La sonrisa del Barça está de vuelta. Tras dos lesiones seguidas y varios meses casi sin jugar, Mariona Caldentey (Felanitx, Mallorca – 19 de marzo de 1996) vuelve a estar al 100%, reapareció en el Camp Nou ante el Wolfsburgo y antes de la vuelta en Alemania charló con MD para relatar cómo ha vivido este tiempo y qué espera del futuro.
¿Cómo han sido estos dos meses fuera?
La verdad que ha sido difícil porque he encadenado dos lesiones seguidas. Estuve ocho semanas y al recaer luego diez semanas más y la verdad que, como todo el mundo, lo que quieres es poder hacer tu trabajo y mi trabajo es entrenar cada día y jugar y cuando no lo puedes hacer y ves a tus compañeras que lo hacen son momentos difíciles que hay que pasar pero estoy muy feliz de sentirme bien, de estar de vuelta para el equipo y con muchas ganas de jugar.
¿Cómo vivió los días de la recaída estando con la selección?
Al final con Jorge (Vilda) y los servicios médicos de la selección siempre estamos en contacto. Con el Barça no se había publicado que tenía el alta médica pero se sabía que iba a estar disponible para el fin de semana con e equipo entonces la idea era ir a la selección para seguir cogiendo ritmo y seguir entrenando con el equipo. Al final, en parón de selecciones se va todo el mundo y esto se queda vacío y lo que yo necesitaba era poder entrenar y empezar a jugar y coger minutos. Me iba a las selección habiendo jugado dos partidos con el Barça y formaba parte del proceso. A mi en parte me da pena y me sabe mal porque parece que se culpa a la selección o a Jorge cuando a mí nadie me obligó a nada, yo me sentía bien, estaba hablado con el Barça que podía ir a la selección y jugar, mis sensaciones eran buenas pero al final no salió bien y es algo triste para mí la primera que soy la que lo vive. Son cosas del fútbol y estamos expuestas a que nos pasen estas cosas pero yo tengo total confianza con el Barça y Jorge en la selección y estoy muy tranquila porque hemos hecho las cosas bien.
¿Se le hizo difícil ver al equipo desde la grada?
A veces pensaba que si pudiese no iría ni a ver los partidos porque al final es el día más duro cuando el equipo juega y tú no puedes. Al final, durante la semana tú estás haciendo el trabajo y los entrenos a parte pero estás haciendo algo. Cuando el equipo juega tú estás ahí sentada viéndolo y no puedes hacer nada. Siempre es el día más difícil. Además han sido partidos muy bonitos, primero en el Camp Nou la Champions contra el Madrid… Al final quieres jugar todos los partidos pero cuando el escenario es así se hace todavía más difícil.
Pero las lesionadas no se perdían una. Partidos, previas, entrenamientos…
Cuando el equipo viajaba y nosotras nos quedábamos haciendo nuestros entrenamientos quedábamos todas las lesionadas juntas. Un día íbamos a casa de Lieke, otro de Irene, otro a mi casa… Son momentos difíciles para todas las lesionadas. Jana, Bruna, Cata… que también tienen lesiones más largas y difíciles. Ya que hay que pasarlo, pasarlo de la mejor manera y estando juntas, al final era una excusa para juntarnos y animar juntas al equipo y hacer un poco de piña para pasarlo lo menos mal posible. Al final es bonito compartir los malos momentos con tus compañeras. Yo por ejemplo con Asisat (Oshoala) que hemos ido de la mano en todo el proceso. Así es más fácil.
¿Ahora está ya al 100%?
Estoy al 100%, me noto que hemos entrenado muy bien con readaptadotes y luego la parte parcial con el equipo. Estoy segura, me siento muy bien y no tengo miedo. Lo único que quiero es seguir sumando minutos y entrenamientos y que acabe la temporada de la mejor manera.
Y encima renovada hasta 2024
Llevo aquí ya ocho temporadas, que se dice rápido. Es muy difícil estar en un club como el Barça tanto tiempo. He visto llegar e irse a mucha gente durante todos estos años y soy una privilegiada de poder seguir estando aquí. El estilo de juego del Barça y el estilo de juego de Mariona van de la mano, estoy feliz aquí y cómoda. Mientras el Barça esté contento conmigo, que sigamos haciendo historia.
¿Está en su mejor momento profesional, el más maduro?
Al final cuando llego aquí tengo 18 años y soy una niña. Juegas pero de aquella manera. Ahora con 26 años y con el trabajo de cada día creo que soy una jugadora mejor, más completa, más madura y que puedo adaptarme más al juego del equipo, pero bueno. Tengo 26 así que espero que mi mejor momento esté por llegar.
¿En un vestuario tan unido, cuesta ver salir a compañeras que muchas son amigas?
Sí pero al final forma parte de este trabajo. No sabes mañana dónde vas a estar y hay que aprovechar los momentos que tengamos juntas y de vestuario. Disfrutarlo al máximo porque el fútbol pasa y lo que queda son las personas, Al final si la gente decide irse, por el motivo que sea, seguramente porque sea la mejor decisión para la jugadora, lo único que puedes hacer es desearle que le vaya bien. Al final en el fútbol te vuelves a encontrar ya sea en el mismo equipo, en contra o en la selección y eso es algo bonito.
Es usted una jugadora muy querida, tiene una buena legión de fans.
Muy agradecida. Al final yo en mi pueblo me siento muy querida allí en Felanitx. Todo el mundo está muy pendiente, todo el mundo desde el día cero me han apoyado mucho. Ver que la gente que me apoya y está pendiente de mí cada día son más y que ya es de fuera de mi pueblo también la verdad que es un honor. Soy muy feliz y lo único que quiero es que disfruten viéndonos jugar y que lo pasen igual de bien que nosotras.
Muchos estuvieron en el Camp Nou. Ahora, más en frío, ¿Cómo lo vivió?
Es algo que no asimilaremos ni valoraremos hasta que pase el tiempo. Ahora va todo muy rápido. Pasa una vez y no te das cuenta y vuelve a pasar. Nuestro trabajo es jugar, jugar bien y ganar, en eso te fijas menos en el momento. Al día siguiente cuando ves las fotos te impactan pero no somos conscientes hasta que pase un tiempo. El Barça está haciendo un trabajo increíble, es un equipo pionero y está apostando por nosotras y la gente está respondiendo. Esperemos que sea el inicio de algo muy bonito.
¿Cómo se plantean el partido de vuelta en Alemania?
Nosotras queremos ganar hasta en los calentamientos, en los entrenos y hasta cuando competimos en el gimnasio. Somos un equipo muy competitivo y ambicioso y obviamente sabemos que el resultado es favorable y la gente piensa que somos favoritas y tenemos pie y medio en la final pero nuestro objetivo de ir a Alemania no es ir a pasar, es ir a ganar ese partido. Contamos los partidos por victorias este año y queremos seguir con la racha. Hemos visto los vídeos del partido, hemos analizado qué podemos mejorar y pensando que ellas pueden hacer cosas diferentes. Estamos centradas para ir a ganar ese partido.
¿Son conscientes que están a siete partidos de ser el único equipo en la historia en ganarlos todos en una misma temporada?
No lo sabía (risas). Aquí pasa todo muy rápido. Juegas, ganas, lo celebras y al día siguiente ya estás entrenando otra vez. Creo que parte del éxito es que no nos fijamos en lo que conseguimos sino que nos centramos en nosotras mismas. Ojalá sigamos haciendo récords pero somos personas, no máquinas y puede haber un mal partido y pasar muchas cosas. Los otros también juegan. Los objetivos son ganar títulos y es lo que vamos a hacer.
¿Tienen la espinita de poder ganar una Champions con su público en el campo?
La primera final en Budapest fue algo muy bonito, una de las mejores experiencias que hemos vivido dentro del vestuario porque las familias viajaron con nosotras y fue muy bonito. El partido no fue tan bonito pero ya habíamos tenido la experiencia. Después la segunda final fue como ‘ahora estamos solas, lo hemos ganado y no lo podemos celebrar’. Estábamos todas con los móviles haciendo vídeo llamadas con familiares y amigos. Sería bonito poder juntar las dos cosas. Tener a la gente y ganar algún título. Ojalá que sí, que ganemos el sábado y todo el mundo pueda venir a Turín.
Ya por último, ¿de dónde le viene la habilidad para tocar el piano?
Me encantaría saber piano y saber más. Mi abuela tiene un piano en casa y tocaba mucho, sigue tocando pero ya no tanto. Cuando era pequeña e iba a comer a su casa me enseñaba algo y yo lo repetía pero no tengo ni idea de música y leer partituras. He ido viendo y copiando y es verdad que me gusta, me tranquiliza, tengo un teclado en casa y de vez en cuando también tengo unos amigos que son buenos con la música. Me gusta mucho y algún día creo empezaré con clases para aprender más.