Mark Gertler: “Si la recesión se prolonga, podría haber problemas en el sector financiero”

El economista Mark Gertler.
El economista Mark Gertler.Cedida

No hay muchas personas que puedan escuchar la voz de Ben Bernanke con solo sacar el teléfono móvil del bolsillo. Mark Gertler (EE UU, 1951), viejo colaborador del expresidente de la Reserva Federal, es uno de ellos. Y es mucho más: este profesor de la Universidad de Nueva York es uno de los economistas más citados del mundo. La Fundación BBVA acaba de concederle el premio Fronteras del Conocimiento junto a Nobuhiro Kiyotaki, John Moore y su amigo Bernanke “por establecer la interrelación entre sector financiero y economía real y su efecto amplificador en las crisis”. A Gertler le gusta citar una frase del gurú de la inversión Warren Buffett: “Solo cuando baja la marea se sabe quién nadaba desnudo”, así que empezaremos por ahí.

Pregunta. ¿Quién nada desnudo en esta crisis pandémica?

Respuesta. [Ríe] Creo que los políticos han aprendido la lección de la última crisis. En marzo de 2020, cuando la recesión comenzó a golpear y los mercados financieros a desmoronarse, los problemas eran algo diferentes a los de 2008 y 2009, cuando las empresas estaban demasiado endeudadas. Ahora están sufriendo las firmas de sectores como el ocio y la hostelería, que vieron caer sus ingresos y su capacidad de endeudarse, lo que hizo crecer el coste al que se financiaban. Pero la intervención masiva por parte de la Fed para conceder líneas de créditos y aumentar las compras de activos hizo que los mercados de crédito comenzaran a estabilizarse en abril. Sin eso, podríamos haber tenido una especie de repetición de la Gran Recesión. No habría sido una copia exacta porque son sectores y problemas diferentes, pero creo que se ha aprendido la lección. La pregunta es: ¿ha terminado el partido? Dependerá mucho de la duración de la recesión, porque hay hogares que tienen que pagar el alquiler, pequeñas empresas que tienen que devolver préstamos, etc. Y si la recesión se prolonga mucho más, tal vez podría haber problemas en el sector financiero. En cambio, si ponemos el virus bajo control (y eso es todavía mucho suponer a estas alturas), podríamos salir bien de ésta.

P. ¿La marea de la que hablaba Buffett bajará cuando los bancos centrales suban los tipos de interés?

R. Creo que hay dos formas de ver esa analogía. La economía ha sido sacudida con fuerza, esa es la primera bajada de la marea, y con la ayuda de la Fed pudimos lidiar con ello. La segunda, como dices, llegará cuando normalicemos los tipos de interés, aunque la otra cara de la moneda es que la única razón por la que haríamos algo así es que la economía está mejorando, y eso es positivo.

P. ¿Está mejor preparado el sistema financiero?

R. El sistema financiero estaba en bastante buena forma al entrar en esta crisis, al menos hasta donde sabemos. Curiosamente, en 2008, al comienzo de la crisis, los bancos comerciales parecían estar en muy buena forma, pero los bancos de inversión, que no estaban bajo la supervisión directa de la Fed, quedaron expuestos. Y además los bancos comerciales tenían operaciones fuera del balance, por lo que había riesgo, pero no lo vimos venir. Esta vez estamos un poco más seguros de que el sistema está en buena forma, pero también, como mencioné anteriormente, la Fed estaba lista para intervenir de una manera distinta.

P. ¿Le recuerda esta crisis a la Gran Recesión?

R. Son diferentes. En muchos sentidos, la de 2008 fue más compleja porque en el epicentro estaban todas esas conexiones financieras que no pudimos ver y que inicialmente no entendimos. Manejar eso fue bastante difícil. Al principio fue como volar a ciegas. Una vez que comenzó a verse más claramente hacia dónde iban las cosas, hubo una intervención muy agresiva por parte de la Reserva Federal. Bernanke sabía que las crisis financieras pueden degenerar en depresiones si los políticos no intervienen, y obtuvimos una respuesta muy agresiva. Aun así, hubo una recuperación muy lenta debido a que la reducción de la deuda y la absorción de los problemas financieros llevó tiempo. La crisis actual es un poco diferente. Los expertos lo vieron venir. Nos advirtieron sobre el virus.

P. Y no les prestaron la suficiente atención.

R. El liderazgo político en EE UU en ese momento era totalmente incompetente, así que el virus quedó fuera de control. El método clave para lidiar con la crisis actual es combatir el virus, además de ofrecer alivio fiscal. Si tenemos el virus bajo control, digamos para el verano, la mayoría de los sectores de la economía estadounidense se recuperarán bastante bien. Sin embargo, habrá otros, como los pequeños comercios, que podrían verse afectados de forma permanente debido a que los consumidores han pasado de comprar en la tienda a comprar en internet. Todo depende de cuándo se controle el virus, pero si se controla, no veo ninguna razón por la que no podamos tener una recuperación más rápida que la de la recesión anterior.

P. Grecia, Italia, España… saldrán de esta crisis con unos niveles de deuda disparados.

R. Creo que ese es un problema serio. E incluso lo es también el nivel de deuda de EE UU. En este momento estamos en una senda de deuda insostenible y la forma en que lidiemos con ella será un tema importante en el futuro. Ahora mismo estoy más preocupado por eso que por la inflación, especialmente si los bancos centrales tienen que subir los tipos de interés.

P. El virus todavía no está bajo control, pero hay algunas Bolsas y precios de activos que están en máximos. ¿Se está sobrecalentando la economía con los estímulos?

R. Creo que los estímulos tienen varias dimensiones. Una es proporcionar fondos para hacer frente al virus, que creo que es absolutamente crítico, la parte más importante del paquete. Otra es el alivio para los sectores realmente perjudicados. El mayor problema al entrar en la recesión fue la desigualdad y esta recesión empeoró las cosas, así que tenemos que ayudar a las personas de los sectores más afectados. Dicho esto, es una pregunta legítima cuestionarse si todo el dinero se está destinando adecuadamente o no. Una buena parte de, por ejemplo, los cheques de estímulo [decenas de millones de estadounidenses han recibido sendos cheques de 1.200 y 600 dólares, y Biden busca aprobar el envío de otro], se va al ahorro en lugar de gastarse. Pero aunque exista el riesgo de pasarse, en general, apoyo esa política.

P. ¿Exageran los que dicen que la recuperación puede ser el inicio de unos felices años veinte?

R. Tenemos dos economías: la de las grandes empresas que cotizan en Bolsa, que lo está haciendo muy bien. Y la otra economía, la de las pequeñas empresas, las tiendas minoristas y los restaurantes, que se han visto muy afectados por el virus. Lo están pasando mal y les llevará un tiempo recuperarse. Así que sí, podemos tener los locos años 20 para quizás el 70 u 80% de la economía, pero vamos a tener sectores que van a tardar mucho más en recuperarse, y van a necesitar ayuda.

P. ¿Tienen responsabilidad los políticos en esta crisis económica?

R. Hace poco le comenté a alguien que en 2008 teníamos a Bernanke, la mejor persona posible a cargo. En esta crisis teníamos a Trump, la peor posible. A fines de la década de 1920 el campo de la macroeconomía no estaba desarrollado, y cuando llegó la Gran Depresión no teníamos ni idea de qué hacer. En esta crisis teníamos a todos estos expertos, todos estos epidemiólogos, que nos decían que teníamos que reaccionar agresivamente contra el virus, y básicamente fueron ignorados. Tuvimos personas incompetentes al mando y ahora tenemos personas competentes, así que veremos si marca la diferencia.

P. Antes de la pandemia, EE UU se acercaba al pleno empleo.

R. Si miras los datos, los primeros tres años de crecimiento del empleo bajo Donald Trump fueron en realidad más pequeños que los últimos tres años de Obama. Trump heredó una economía que estaba en medio de una larga expansión y la única iniciativa política que tomó fue la reducción de impuestos, que tuvo efectos bastante menores. El coste de eso fue otro billón y medio de deuda. Diría que en términos económicos su historial es bastante pobre, no hizo nada excepcional y se equivocó por completo con el virus que arruinó la economía.


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