Pocos negocios tan redondos como el que hicieron Cavaliers y Jazz este verano, con Donovan Mitchell poniendo rumbo a Cleveland y Lauri Markkanen a Utah. Ha quedado definitivamente confirmado esta semana, en la que ambos alcanzaron con escasos días de diferencia su cénit anotador. Si el domingo era Donovan Mitchell quien se disparaba hasta los 71 puntos para agitar el mundo y la NBA, anoche fue Markkanen, que estalló para convertir hasta 49 tantos en la autoritaria victoria de los Jazz frente a los Houston Rockets de Usman Garuba (114-131).
El finlandés, apuntándose a la vorágine de anotaciones mastodónticas que ha tomado la NBA, firmó un 15/27 en tiros de campo y un 6/15 en triples con un perfecto 7/7 en tiros libres. Su ‘mala suerte’, que, sus 49 tantos, impresionantes de todas formas, quedan relativos al lado de los 71 del propio Mitchell, los 60 de Doncic o los 55 de Giannis Antetokounmpo, todos en la misma semana. Sin embargo, subrayan la explosión de un jugador que en una temporada, con apenas cuatro minutos más en pista -34 frente a los 30 que jugó con los Cavs el año pasado-, ha experimentado un salto brutal, de 14,8 tantos de media a 24,5.
“Han sido mis compañeros y un gran trabajo del staff técnico, me ponen en la situación ideal. Mis compañeros confían en mí y me siento bien”, dijo, con modestia Markkanen, al finalizar el partido. Nadie duda de que el interior de 25 años, ex de Bulls y Cavaliers, debe estar en al discusión por el Jugador Más Mejorado del Año, galardón que recibió Ja Morant el curso pasado.
Por su parte, Usman Garuba registró 4 puntos anotando sus dos lanzamientos de campo, 4 rebotes y 1 asistencia en los 15 minutos que estuvo en el parqué, por delante en la rotación como primer suplente de Alperen Sengun de Bruno Fernando y Boban Marjanovic. Jalen Green fue el máximo anotador (30) de unos mejorados Rockets pese a la derrota aunque sin objetivos en la tabla -últimos en el Oeste con 10-29-, mientras que los Jazz ocupan ahora la décima plaza -la última de play-in-, con 20-21.