Los jugadores se abrazaron con euforia y las gradas explotaron con el pitido final. Marruecos ha vuelto a hacer historia. Nada menos que 36 años después. Con su victoria por 1-2 ante Canadá, el equipo africano accede por segunda vez a los octavos de final de un Mundial, esta vez como primera de grupo gracias al empate sin goles entre Croacia y Bélgica.
La vez anterior fue en el Mundial de México’86, cuando logró la gesta tras superar un grupo en el que estaban nada menos que Inglaterra, Portugal y Polonia. Entonces acabó doblando la rodilla en esa ronda ante Alemania, con quien curiosamente podría volver a cruzarse según cómo se resuelva el grupo en el que están los germanos.
Un tema pendiente y una espina clavada que tendrá la oportunidad de sacarse en caso de que ambas selecciones se crucen. En función de los resultados de esta noche, Marruecos podría tomarse la revancha contra los germanos, siempre y cuando estos pasen como segundos en el Grupo E.
No obstante, ahora no hay calculadoras ni cábalas, solo celebración a lo grande. Así se vivió el partido en el imponente Al Thumama Stadium de Doha, con clara mayoría marroquí. La afición quería hazaña y la tuvo. Y lo festejó con banderas, cánticos y una explosión de felicidad propia de las tardes mágicas que depara el fútbol en un Mundial.
Los goles de Hakim Ziyech, tras un error del portero canadiense, y de Youssef En-Nesyri permitieron a los marroquíes pasar a lo grande, como líderes.
Por su parte, Canadá logró el tanto número cien del Mundial de Qatar 2022 con un autogol de Nayef Aguerd, defensa del West Ham inglés. Un número redondo para sentenciar un pase por todo lo alto.