El Girona y Pep Lluís Martí tienen un partido clave para el futuro de la entidad este miércoles en Montilivi ante el Numancia, donde un mal resultado para los gerundenses podría significar algún movimiento en el banquillo. “Martí no se juega el partido, lo juega el Girona. No pienso en estas cosas, preparo el partido de la mejor forma que podemos porqué el club somos todos, jugadores, afición, técnicos”, explicó el balear.
En este sentido, el técnico se mostró compasivo y reconoció que es “normal que la afición y la gente estén enfadados” porqué “yo y la plantilla también lo estamos”, aunque espera que esta “rabia e impotencia” se convierta en “energía sobre el césped en el partido ante el conjunto soriano.
Precisamente del Numancia, que lleva tan solo dos puntos de los últimos treinta, Pep Lluís Martí destacó el buen rendimiento del balón parado. “Son de los mejores de la categoría y deberemos estar muy concentrados”, indicó Martí, que cree que las claves del encuentro estarán en “tener la posesión del balón, circular rápido y hacer que tengan que moverse” y así poder acusar el cansancio, puesto que los visitantes han tenido dos días menos de descanso.
Muy lejos del ascenso directo y con el claro y único objetivo de entrar en playoff después de los últimos resultados, el balear insistió en que esto es “una maratón” y que es probable que el objetivo se cumpla “el último día”. “Tenemos que corregir los errores que tenemos y fortalecer las cosas que hacemos bien para acabar donde queremos”, sentenció.
Tras cinco días de descanso, el Girona ha podido preparar mejor el encuentro y recuperar algunos de los futbolistas que tenían molestias, aunque el técnico reconoció que “tenemos varios jugadores con algún problema, mañana entrenaremos y valoraremos cuales son los once que están mejores para poder competir”, concluyó.
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