El Girona ha vuelto a las andadas. El equipo de Pep Lluís Martí ha vuelto a dar una de cal después de haber ganado entre semana al Numancia en Montilivi y perdió un partido trascendental en La Rosaleda ante el Málaga (2-0).
“El equipo también tiene que ganar fuera de casa, es la asignatura pendiente que tenemos para los partidos que vienen ahora”, apuntó el técnico balear del Girona Pep Lluís Martí, que, molesto, reconoció que se sienten “un poco perjudicados con la expulsión” de Cristhian Rivera en el minuto veinte de partido, justo antes de encajar el primer gol.
Sobre el encuentro, Martí quiere quedarse con lo positivo, si hay algo. “El equipo ha quedado pronto con un futbolista menos y no ha bajado los brazos, habíamos comenzado muy bien y esto nos ha condicionado demasiado”, apuntó, antes de insistir, como siempre, en que está “convencido” de que logrará el objetivo.
Granell reconoce la importancia de la derrota
Ha sido una derrota “muy dura, durísima”, sentenció Àlex Granell nada más acabar el partido de La Rosaleda. Veníamos de una victoria clave y llegábamos con mucha ilusión de conseguir una victoria tan importante. La expulsión nos ha condicionado mucho y en un error nos han condenado”, apuntó el capitán del Girona.
El zurdo, que igualó a Migue como futbolista con más partidos vistiendo la camiseta rojiblanca, sentenció que “ahora no hay excusas, solo podemos pensar en positivo y centrarnos en lo que viene”. “Tenemos la ilusión de estar en posiciones de promoción y esto nos tiene que centrar en el objetivo”, concluyó.
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