Mary Fowler (Cairns, Australia) es la jugadora más joven de la plantilla australiana que disputa el Mundial. Siempre lleva guantes, pero no ocupa la posición de portera. Juega en el Manchester City de la Women’s Super League, la liga inglesa, y es allí donde se acostumbró a llevar guantes.
Los siguió llevando encima en los partidos mundialistas contra Irlanda, Canadá, Dinamarca y Francia, todos los encuentros en los que ha tenido minutos hasta el momento. “Llevo guantes porque soy inquieta; normalmente llevo un anillo para entrenar, pero si hace frío llevo guantes; además, no puedo llevar un anillo en el partido, por eso también los llevo”, dijo en una entrevista a Optus Sport.
La perla australiana juega con los guantes por nervios durante los duelos, nervios que no se notan cuando juega. La selección aussie confió en la futbolista de solo 20 años ante la lesión de Sam Kerr. Mary cumplió y recibió con cariño la responsabilidad que implica sustituir a una goleadora nata anotando un gol en el tercer partido de las ‘Matildas’ en el torneo que acoge Australia.
La delantera y también centrocampista nació en el país que acoge el Mundial (aunque su padre es irlandés y su madre de Papúa Nueva Guinea), y vivió en Países Bajos sus primeros años de vida. Al volver a su país de nacimiento, se formó y tempranamente fichó por el Adelaida United de la máxima categoría, donde debutó con su hermana en el verde.
El Montpellier se fijó en ella en 2020, año en qué debutó olímpicamente con las Matildas. Fue allí donde se exhibió anotando el gol de la victoria y eliminando a Inglaterra en los cuartos de final. Ya en 2022 dio un paso adelante, se quedó en Europa, pero aterrizando en un país de su lengua paterna, el inglés. El Manchester City se hizo con sus servicios, donde los recibirá hasta 2026.