La Eurocopa como salida de emergencia para huir de la guerra, para evadirse del horror que están viviendo sus familiares, amigos y compatriotas de Ucrania. Es la decisión que ha tomado Maryna Striletska (38 años), quien hará de árbitra asistente en la Euro de Inglaterra, del 6 al 31 de julio, con el fin de hallar un halo de luz y una salida del infierno que vive su país desde que fue invadido por Rusia. “Al menos durante dos horas puedo olvidarme de la guerra y solo ver goles, jugadas y fueras de juego”, apunta.
Striletska es una árbitra de renombre internacional. En octubre asistió a la también ucraniana Kateryna Monzul en el partido de la selección masculina de Inglaterra contra Andorra de la fase de clasificación al Mundial. Fue un hito histórico en que el cuerpo arbitral principal estuvo formado íntegramente por mujeres.
Nueve meses después, ha decidido huir de su hogar para buscar consuelo en la Euro. Primero se escapó a Polonia llevándose a su hija y una pequeña bolsa de pertenencias. Conducía durante largas horas al volante para vencer los toques de queda nocturnos. “Tuvimos que escondernos en un pueblo en el camino mientras esperábamos que pasaran los tanques”, relata.
“Al menos durante dos horas puedo olvidarme de la guerra”
Llegó hasta Suiza, donde ha estado trabajando como árbitra asistente en la tercera división masculina gracias a la ayuda de la Asociación de Fútbol de Ucrania. Estos próximos días viajará hacia Inglaterra con la ilusión de lograr un nuevo hito en su carrera
“Somos un equipo pequeño, más bien una familia. Junto a Kateryna, Oleksandra, Ardasheva y Svitlana, que realmente son como mis hermanas”, explica en una reciente entrevista en la BBC Sport.
“Tuvimos que escondernos en un pueblo hasta que pasaran los tanques”
“Nunca olvidaré el momento en que empezó la invasión”, relata para el canal británico. “Vi a mi marido que estaba viendo las noticias en televisión con lágrimas en los ojos y dijo ‘la guerra ha comenzado’”. Ahora, espera que Sergiy esté a salvo mientras teme por su vida.
“El primer día, durante 24 horas, pasaron camiones y carros militares”, recuerda. “El ejército ruso fue amistoso y nos preguntó por dónde llegar a Kyiv. Pensaron que necesitábamos ayuda y nos trajeron flores y pan, pero después de una semana se dieron cuenta de que no queríamos su ayuda, así que comenzaron a enojarse y a disparar contra los coches civiles. Entonces pensé que era el momento de irse de allí”.
Criada en Lugansk, Striletska practicaba el atletismo y el fútbol de adolescente hasta que se decantó por el fútbol en la Universidad.
En 2006, la FA ucraniana buscó reclutar árbitros en cada una de las 24 regiones del país y se apuntó sin pestañear. “Cada federación decidió buscar una niña porque no había. Me preguntaron y me pareció una gran idea”. Striletska ha sido asistente de Monzul en la Copa del Mundo femenina, los Juegos Olímpicos, la Eurocopa y la Champions, así como en la Europa League masculina, la Liga de las Naciones y las eliminatorias europeas Sub’21. Ahora el arbitraje le va a permitir seguir sobreviviendo lejos del infierno que vive su país.
“La gente me está ayudando, hablándome, llevándole fruta a mi hija, cosas pequeñas pero útiles, y esas son las cosas que son importantes en la vida”, sentencia.