MIAMI, Florida – Más de 120,000 libras de carne molida empaquetada en docenas de productos y vendida en todo el país han sido retiradas del mercado debido a una posible contaminación con E. coli, según el Servicio de Inspección y Seguridad Alimentaria del Departamento de Agricultura de Estados Unidos.
En un aviso publicado el lunes en el Servicio de Inspección y Seguridad Alimentaria del USDA, la agencia anunció que Lakeside Refrigerated Services en Nueva Jersey estaba retirando la carne después de que se descubriera el problema durante las pruebas de rutina de los productos importados.
Se vendieron bajo las marcas Nature’s Reserve, SEG, Thomas Farms y Tajima beef patties. La carne de vacuno Marketside Butcher Wagyu también está siendo retirada. Estos artículos fueron enviados a tiendas minoristas en todo el país.
Los productos retirados se produjeron entre el 1 de febrero y el 8 de abril y tienen un número de establecimiento de “EST. 46841” dentro de la marca de inspección del USDA.
El USDA dijo que su Servicio de Inspección y Seguridad Alimentaria está “preocupado de que algunos productos puedan estar en los refrigeradores o congeladores de los consumidores”.
Se insta a los clientes a no consumir los productos retirados y deben tirarlos o devolverlos al lugar de compra.
Puede encontrar una lista completa de productos y códigos de productos para la carne de res retirada aquí. Las etiquetas de los productos de carne molida se pueden encontrar aquí.
La vicepresidenta Kamala Harris dio positivo este martes a una prueba rápida del COVID-19. Una portavoz para la Casa Blanca confirmó que está asintomática y que no ha estado en contacto recientemente con el presidente Joe Biden o la primera dama Jill Biden.
La E. coli puede causar diarrea con sangre y deshidratación y es especialmente peligrosa para los niños pequeños, las personas mayores y las personas con sistemas inmunológicos comprometidos, advierte el aviso del USDA. Los síntomas, que también pueden incluir calambres estomacales y vómitos, generalmente comienzan entre tres y cuatro días después de consumir la bacteria y pueden durar hasta una semana, según los CDC.
La mayoría de las personas se recuperan en una semana, pero en casos raros, algunas desarrollan una infección más grave.
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