El ‘caso Alhama’ sigue generando nuevos capítulos. Después de que ayer cinco jugadoras señalaran a través de Europa Press haber visto “barbaridades”, sufrido “vejaciones” y sentido “miedo”, han salido a la luz nuevas declaraciones a través de ‘Relevo’, en que la exjugadora del club murciano, Beatriz Hernández, ha revelado que “nos dijo que algunas teníamos más rabo que él. Desde que jugué en el Alhama, no he vuelto a ser la misma”.
Y otra excompañera ha añadido que “a las extranjeras les decía que las que habían venido en patera se volverían en patera. He llegado a decir: ‘Soy gorda, soy fea y soy mala. Mirarme a un espejo y no quererme”.
El caso es que el viaje a Lezama del viernes para jugar el partido decisivo ante el Athletic de Bilbao (1-0) fue cuanto menos delicado. En un duelo de urgencias, donde el Alhama se juega la permanencia en esta recta final de la Liga F, el ambiente estaba realmente enrarecido al haber un grupo de 17 jugadoras que firmaron el comunicado oficial del club y un grupo de cinco que se negaron a hacerlo.
Poco antes del partido, el viernes al mediodía, se emitió otro comunicado por redes en que esta vez 15 jugadoras apoyaban al entrenador, Randri García. El partido era a las 20.30h. El ambiente en el vestuario se tornó aún más hostil, con las jugadoras nerviosas, con dos bandos distanciados y media permanencia en juego.
Según informa ‘Relevo’, al término del encuentro a las jugadoras que no firmaron el comunicado se las vio fuera del vestuario visitante de Lezama, lejos de sus compañeras. Además, el técnico Randri recibió insultos por parte de un grupo minoritario de aficionados del Athletic y el equipo murciano, que ni siquiera se duchó en Bilbao, salió escoltado por la Policía hacia el aeropuerto.
El Alhama sigue penúltimo en la clasificación de la Liga F y se halla a dos puntos de la salvación cuando faltan tan solo cuatro jornadas para que acabe la competición.
El banquillo del Alhama de Murcia, en Lezama