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Más marcha en Anoeta

Cualquier equipo que se precie necesita ser muy solvente en casa para alcanzar sus objetivos más ambiciosos. La Real tiene que arrear en su feudo si aspira a una de las plazas europeas que se reparten al final de la temporada. Con el estreno del campo completo esta temporada y las jerárquicas victorias iniciales contra el Atlético de Madrid y el Alavés, daba la sensación de que la escuadra txuri urdin iba a convertir su remodelado coliseo en una fortaleza inexpugnable, en ‘El Álamo’ donostiarra. Pero todo se ha ido desvaneciendo con los últimos resultados hogareños (un punto de seis). Por todo ello, la Real requiere recuperar el sábado ante el Eibar su poderío en el Reale Arena, perdido en los choques ante el Getafe, el Levante y el Leganés, rivales contra los que los txuri urdin sumaron un punto de nueve.



El balance casero de la Real en este curso no es catastrófico, porque habla de tres victorias, un empate y dos derrotas. Pero hay un dato esclarecedor: sólo hay cinco equipos que hayan sumado menos puntos. La estadística tiene una pequeña trampa, y es que los de Imanol son, junto al Barcelona y el Valladolid, los que menos comparecencias han tenido delante de su gente: seis. El conjunto txuri urdin acumula 10 puntos de 18 posibles (55%) en sus espectaculares dominios. Únicamente el Eibar (9 puntos), el Valladolid (9), el Celta (7), el Leganés (4) y el Espanyol (1) han conseguido una peor cosecha en su feudo.

Salvo el Atlético de Madrid, al que le ganó realizando un partido pleno y hermoso, los rivales que la Real ha tenido en casa no han sido de primer orden. Y el sábado llega otro adversario que no es el más fiero fuera, el Eibar, siempre competitivo ante su vecino, pero actualmente decimosexto clasificado.

La Real en casa

Gana cuatro partidos de cada 10

El problema casero de la Real no es, de todas maneras, de este año. Lo arrastra desde el pasado. Desde la remodelación del estadio y la eliminación de las pistas, los txuri urdin no han logrado ser fiables en su flamante coliseo. Y eso que la grada de animación por fin ha aniquilado la histórica frialdad de Anoeta.

Los números son elocuentes: en el nuevo Anoeta, sin pistas de atletismo entre el pasado curso y el presente, la Real sólo ha ganado 10 partidos de 25. El balance se completa con siete empates y ocho derrotas. Esto quiere decir que gana sólo un 40% de los encuentros en su nuevo hogar y pierde uno de cada tres. Una tendencia que debe corregir.

La temporada pasada fue cruel en este sentido porque los donostiarras únicamente obtuvieron siete victorias en 19 encuentros ante su gente, por fin cerca. Los últimos visitantes de Anoeta del año 2019 serán Eibar y Barcelona. Oportunidad de oro para enderezar el rumbo en casa.

Desde hace ya varios lustros, retumban los sones de la Marcha de San Sebastián en el descuento de los partidos que la Real va ganando en casa. Para ser europeo, el equipo de Imanol Alguacil necesita una marcha más.


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