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Más plazas laborales, seguros de vida y reunificación de familias: los compromisos de México y EE UU para los migrantes mexicanos

EL PAÍS


Evelia García, originaria de Hidalgo (México), trabaja en una empacadora de carne de cangrejo, en Fishing Creek (Maryland), en mayo de 2020.Julio Cortez (AP)

Tras meses de negociaciones, México y Estados Unidos han alcanzado un acuerdo para ampliar la protección de más de 365.000 trabajadores mexicanos que laboran del otro lado de la frontera. Además, ambos países han firmado memorandos de entendimiento para ampliar la contratación de empleados extranjeros en EE UU, salvaguardar sus salarios, condiciones laborales, e incluso, contemplan la búsqueda de mecanismos para volver a reunir a menores mexicanos cuya familia se encuentre en suelo estadounidense. Roberto Velasco, jefe de la Unidad para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), explicó que en 2022 cerca de 365.000 mexicanos llegaron al país vecino con visas para trabajar temporalmente y estima que este año la cifra aumente a 400.000.

El memorando de entendimiento sobre movilidad laboral busca proteger los derechos laborales de los trabajadores de México, pero también amplía su protección a los inmigrantes de Guatemala, Honduras y El Salvador. El documento asegura que se facilitarán los puestos de trabajo agrícolas y no agrícolas en México y Estados Unidos, así como la atención de trabajadores con visas de trabajo cuyos derechos laborales hayan sido violentadas. De acuerdo con la SRE, la población hispana supone el 18% de la fuerza laboral Estados Unidos. Tras la firma de estos convenios, México y EE UU se han comprometido a incrementar la contratación ética de trabajadores mexicanos con visas H2 (agrícolas y no agrícolas) así como a robustecer la protección de salarios —incluyendo salarios caídos—y las condiciones laborales de los migrantes. El convenio busca ir más allá al ofrecer opciones de seguros médicos y de vida para los trabajadores extranjeros en suelo estadounidense.

La Cancillería mexicana detalló que el convenio binacional tiene un componente de soluciones para tomar medidas contra aquellas empresas que puedan tomar represalias contra personas migrantes que los denuncian. El documento considera llevar a cabo reuniones trimestrales para prevenir, monitorear y reportar violaciones a los derechos laborales como fraude, abuso, discriminación, entre otras. “No solo se basa en denuncias, que en todo caso son anónimas, sino también se basan en compartir información bidireccional de parte de los Gobiernos. Si Estados Unidos se da cuenta de que hay algunas empresas que están violando derechos, nos pueden decir a nosotros y al revés, también”, refirieron fuentes de la SRE.

Por otra parte, el memorando de cooperación para la protección de menores de familiares migrantes busca facilitar las vías seguras y regulares para la reunificación familiar de los niños que viven separados de sus familias. Del lado mexicano, esta iniciativa trabajará de la mano con el Sistema Nacional de Desarrollo Integral de la Familia (DIF) para identificar los casos de infantes y adolescentes no acompañados en situación de movilidad que están en custodia del DIF. “La idea del MoU (memorando) es que si el interés superior del menor es reunificarse con su familia en los Estados Unidos se pueda hacer de una manera segura y evidentemente tomando como prioridad el interés superior del menor” aseguró Exteriores.

Estos acuerdos se han cerrado teniendo como telón de fondo la más reciente visita del presidente de EE UU, Joe Biden y el mandatario canadiense, Justin Trudeau, a México por la Cumbre de Líderes de América del Norte. La crisis migratoria y la economía regional fueron dos de los pilares de la reunión trilateral. Además de estos acuerdos sobre movilidad laboral y protección de menores migrantes, el encuentro diplomático, conocido popularmente como la cumbre de los Three Amigos, también sirvió de marco para firmar un acuerdo a favor de los pueblos indígenas, la protección de los derechos civiles y la promoción de la justicia racial, entre otros.

Pese a los esfuerzos binacionales, la crisis migratoria derivada de miles de personas que intentan cruzar ilegalmente a EE UU cada día no cesa. El año pasado cerró con los mayores números de inmigración ilegal vistos desde la Segunda Guerra Mundial: dos millones de detenciones que ha hecho la Patrulla Fronteriza estadounidense. De acuerdo con las cifras de estos agentes, cada día a lo largo de la frontera, las autoridades estadounidenses contabilizaban entre 7.000 y 8.000 detenciones diarias de inmigrantes irregulares.

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