Real Madrid mantuvo su ventaja en el liderato de la Liga de España respecto al Girona y el FC Barcelona al golear este domingo sin excesivos problemas por 4-0 en el Santiago Bernabéu a un discreto Celta de Vigo que sigue en problemas con la permanencia.
El conjunto madridista venía de algunos partidos poco brillantes y esta vez mejoró, no para alcanzar su mejor versión, pero sí con más intensidad y energía, suficiente para ser superior al equipo de Rafa Benítez, que no le inquietó demasiado y al que también le faltó algo de fortuna, con dos goles en propia puerta. El conjunto local marcó pronto por medio de Vinícius Jr, pero no sentenció hasta el minuto 80 para mantener sus siete y ocho puntos sobre sus perseguidores.
Carlo Ancelotti refrescó un tanto su once tras la pobre imagen ante el RB Leipzig con las entradas de Lucas Vázquez, Luka Modric, Brahim Díaz y Rodrygo Goes, que le dieron un punto más de intensidad y movilidad a su equipo ante un Celta que apostó por tres centrales (Manquillo-Starfelt-Núñez) y que cedió la iniciativa demasiado pronto.
El líder fue menos contemplativo que el pasado miércoles y jugó con algo más de ritmo, sobre todo por el lado derecho, que fue por donde más peligro llevó. Allí se juntaron un incisivo Lucas Vázquez, un enérgico Valverde y Rodrygo, con el ’10’ croata llevando bien la manija, y la zaga celeste sufrió con las internadas por ese costado, aunque sin excesivo daño en forma de ocasiones claras.
Real Madrid fue creciendo con el paso de los minutos y los de Rafa Benítez lo consagraron casi todo a las transiciones para sorprender a Lunin, pero el plan se les vino abajo demasiado pronto. En el minuto 21, Rüdiger cabeceó solo un saque de esquina y pese a Guaita detuvo este remate y otro a bocajarro de Vinícius, el tercero del brasileño acabó en el 1-0 y en su cuarto gol en los últimos tres choques.
El tanto hizo daño a los visitantes, sometidos desde entonces por el conjunto madridista, que gozó de otra buena ocasión por medio de Rodrygo, con buen pie de Guaita, también seguro a un disparo desde la frontal de Camavinga. Sin embargo, el tramo final de primera mitad acabó en el área local y algunas amenazas del equipo vigués, que alargó esa pequeña ambición tras el descanso con un paso adelante en busca del empate.
Celta arriesgó dejando más espacios a las transiciones de su rival de Rodrygo, Brahim y un Vinícius de nuevo excesivamente nervioso tras una falta por agarrón de Mingueza y que terminó también con otra amarilla para el brasileño por volver a mostrar su enfado con el defensa con otro innecesario empujón.
Brahim y Valverde gozaron en ese primer cuarto de hora de las mejores opciones para aumentar, pero sus respectivos disparos desde dentro y fuera del área no inquietaron demasiado. Más peligroso fue en otra contra el de Rodrygo, pero, en muy buena posición, fue demasiado centrado y ‘fácil’ para Guaita, también sólido para otro intento de Vinícius.
Real Madrid no sufría demasiado, pero tampoco encontraba el gol que le permitiese tener tranquilidad para el tramo final y Ancelotti buscó remediarlo con la entrada de Joselu por Rodrygo. Pero fue otro cabezazo de un ‘solitario’ Rüdiger el que la terminó dando, aunque con la fortuna de que el balón repelido por el travesaño dio en Guaita para acabar con las opciones a falta de algo más de 10 minutos de un Celta que aún tuvo más infortunio para encajar el tercero, también en propia puerta (Carlos Domínguez), y el cuarto, obra de un Arda Guler que aprovechó con calidad los escasos cinco minutos que le dio Ancelotti.
(Con información de Europa Press)
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