Jordi Mboula (Granollers, 16/03/1999) está disfrutando de una madurez futbolística aplastante en el Racing de Santander. Pese a que su nombre hace muchos años que colea, está lejos de ser un veterano. Cumple este jueves los 24 años y está en el mejor momento a nivel personal, jugando para un club histórico con el que pelea para asegurar la permanencia y, quien sabe, si ganarse un hueco en el Mallorca, club que lo tiene en propiedad, la próxima temporada.
Eres producto de La Masía. ¿Qué hay de cierto que el Barça es especial? ¿Cómo lo vive un niño?
Es complicado porque eres muy pequeño y vives una realidad diferente. Estás en el Barça pero al final de cada año te decían si seguías o no. Vivías sabiendo eso. Todo niño que está allí tiene el sueño de llegar al primer equipo y todos sabemos que alguno no va a lograrlo. Es una presión que un niño tan pequeño no está preparado para afrontar y meterse en la mochila. Ya no solo sus expectativas, sino las de su propio entorno, las de su familia y amigos. Es un poco el contra de esa experiencia, que evidentemente tiene muchos pros.
¿Es una burbuja que te restó en algo cuando dejaste el club? ¿Qué echaste en falta en ese sentido?
Cada club es diferente. Sí que es verdad que llegas a un sitio y ves que hay cosas que no están tan mal. Pasas por clubs diferentes y cambias la mentalidad. No noté tanta diferencia en el Mónaco. A nivel futbolístico sí que notas muchas cosas. Llegué al primer equipo y cuando iba con el filial jugué partidos que no había jugado en mi vida. Feísimos. Yo estaba acostumbrado a jugar con el balón y allí en 5ª división de Francia había unos campos que flipabas. Venía de tener el balón y viví una realidad que no estaba acostumbrado y que cuesta por mucho talento que tengas. Cuesta cambiar la mentalidad.
¿Por qué decides dejar el Barça?
Al final yo era juvenil, miraba al primer equipo y de extremos estaban Messi y Neymar. Tampoco hay que ser muy inteligente. En ese momento además la política del club no estaba muy definida, los chicos jóvenes desde hace años no estaban teniendo muchas oportunidades en el primer equipo y uno tiene que ser realista y mirar por uno mismo. Me sentía capacitado para dar un paso más, entendía que en el Barça era prácticamente imposible, y miré otras opciones que encajaran con lo que buscaba a nivel futbolístico y económico.
Muchos aficionados del Barça ponen el grito en el cielo cuando un chico de la cantera se va a otro club. Tu caso no fue menos…
Nunca he sido mucho de mirar lo que dicen los demás. Ni para bien ni para mal. Al final entiendo que la gente tenga que comentar, es un deporte en el que estamos muy expuestos. Me fui porque era lo mejor para mí, creía en mi decisión y creo que hice bien. No soy una persona que me martirice por lo que podría haber hecho o no. No sabemos lo que habría pasado, igual habría sido peor. Lo que digan me da igual. Aunque digan que me fui por pasta o no, nadie trabaja gratis. Sí que me fui por dinero, pero también por el lado deportivo que me interesaba y en el Barça en ese momento no me daban. Nos fuimos por el cúmulo de oportunidades que no encontrábamos.
El último ejemplo de ello fue con Riqui Puig. ¿Cómo viviste el trato que se le dio y su salida?
Creo que hizo muy bien. Está contento y disfrutando, que es lo más importante. Le está yendo bien y ya está. Tomó una buena decisión, está en un club increíble y en una liga que va a crecer un montón. Dejémoslo tranquilo, que haga lo suyo y ya volverá para demostrar lo que vale, que es mucho.
Volviendo a ti, llegas al Mónaco y coincides, aunque poco tiempo, con Kylian Mbappé. ¿Lo viste un jugador especial?
Hizo la pretemporada con nosotros y luego fue cuando lo firma el PSG. Tenía cosas muy diferentes. Cosas que en un jugador es muy difícil de ver. Un cambio de ritmo a unas velocidades que no le había visto a nadie, un hambre de gol que es lo que lo hace muy diferencial… Lo veías y tenía algo distinto.
¿Cómo te seduce el Mónaco?
Me dan acceso a poder jugar en la Ligue 1, jugar en un vestuario profesional y que aquí no tenía la oportunidad. Es lo que iba buscando. Para mí el tema deportivo era muy importante. Allí es donde di mis primeros pasos a nivel profesional y creo que fue una experiencia muy buena.
Estas una primera temporada de adaptación y arrancas la segunda de titular, pero con el tiempo pierdes protagonismo y encima tienes una lesión grave.
Hice una pretemporada muy buena y Jardim confió mucho en mí. Jugué bastante de titular pero cuando vino Henry empecé no jugando nada y cuando me dio la oportunidad contra el PSG tuve una lesión bastante grave de isquiotibial. Me tuve que operar y estuve siete meses fuera. Volví al final de temporada y ya no jugué más y la siguiente temporada salgo cedido al Brujas.
¿Qué tal Henry?
Muy exigente. Era muy serio, imponía mucho y se lo tomaba muy en serio. Era muy imponente.
¿Te dio algún consejo en privado?
Hacía mucho trabajo de delanteros. No estuve mucho con él. Al inicio quiso imponer sus sistema y trabajo generla y cuiando paso al individual yo estaba lesionado. Una vez recuperado ya no estaba.
¿Cómo gestionaste esa lesión siendo tan joven?
Fue duro porque te están dando una oportunidad, que es lo que llevas buscando toda la vida. Empiezo bien, debuto en Champions… todo estaba siendo lo que había soñado. Te entran dudas de cómo volveras. Nunca vuelves igual tras una operación. Me sentía muy diferente, me costaba moverme en el campo. Ya no es que fueran siete meses de lesión, sino que lo que vino luego fue que me tuve que acostumbrarme a mi cuerpo, cambiar la manera de correr. No me sentía cómodo y lo mentalmente me entró un pánico a lesionarme más. Eso me estaba limitando mucho en el campo. Eso fue lo más complicado. Ese dolor mental me limitó muchísimo durante los años siguientes también.
Y encima te pasa en el extranjero, por lo que lo vives solo. ¿Te pudiste apoyar en alguien?
Estaba solo pero mis padres van viniendo siempre y están ahí para lo que haga falta. No me sentí solo. Mi hermano también está a mi lado, mis amigos. Te apoyas de ellos y es un proceso que tienes que pasar. Por fortuna me ha ido todo bien, me siento perfecto y estoy mejor que nunca. He aprendido de ello. Ojalaá no hubiera pasado pero me ha servido para mejorar en muchas cosas.
¿Pediste tú el poder volver a España?
En Brujas no tuve regularidad porque me pasó lo mismo en la otra pierna. Tuve que volver a empezar de nuevo, me sentía muy lejos y no estaba muy bien. Faltando días de mercado me llamó Rubén, el director deportivo del Huesca, y me fui para allí. Mi intención era quedarme en Mónaco lo que quedaba de temporada pero me llamaron, mis amigos en el equipo me hablaron muy bien y fui para allí. Físicamente no estaba como tenía que estar pero el Huesca me ayudó. Confiaron en mí y estoy muy agradecido a ellos. No tuve muchos minutos pero pude volver a la rueda de jugar, que estaba otra vez en el mercado y que podía competir. Bueno eso y ganar la liga. Teníamos un equipo espectacular. Podía jugar cualquier de los 22 jugadores. Estuve muy contento, estaba cerquita de casa y era lo que necesitaba en ese momento.
Algo debiste hacer bien en Huesca. Porque llega el Mallorca y te ficha. ¿Fue el qué más apostó?
Creía que su proyecto era muy interesante. Les ha salido muy bien, están haciendo una temporada increíble. Me cautiváron, hablé con el entrenador y me convenció. A nivel de años de contrato, de empezar un proyecto nuevo con recorrido que confiara en mi fue lo que me convenció.
Y vaya si fue bien. Otro ascenso. ¿Se saborea mejor al estar desde el principio?
Sí. Te sientes más parte de ello. Si llegas en enero, entre que te adaptas y tal, conoces a la gente, te relacionas… Llegas al final y es cuando te estás integrando. En el Mallorca tuve mucha más participación y lo sentí más mío.
Lo haces también que el Mallorca cuenta contigo para LaLiga. Objetivo cumplido. La pena es que a pesar de que empiezas jugando en enero te vuelves a ir cedido.
Cambió el sistema Luis y en el mercado me dijo que no tendría muchos minutos. Quedaba un día de mercado o dos y solo me quería mover si salía algo muy interesante. Vino el Estoril, me llamó la atención y me la jugué. Me salió muy bien, estuve muy contento. Fue la primera vez que tuve continuidad de verdad en un equipo y pude sacar ese nivel que me había faltado en los años anteriores.
Has tenido muchas cesiones. ¿Cree que te han servido para crecer como jugador?
Sí. Al final, un entrenador lo que busca es que seas lo más completo posible y puedas jugar de varias formas. Si te puede usar de cinco formas distintas, mejor para él porque le das más opciones. Y es mejor para ti porque tienes más opciones de jugar. He jugado muchos estilos de fútbol y creo que me he adaptado bien a todos. Eso me ha hecho mucho mejor futbolista. Me perdí cosa con las lesiones, pero gané muchas otras. Con todos los entrenadores y compañeros he aprendido muchas cosas.
Jordi Mboula el día de su presentación como jugador del Real Racing Club de Santander.
Mirando al futuro, ¿algún deseo?
Mi deseo ahora mismo es acabar bien el año, salvarnos con el Racing y ver la temporada que viene donde estamos. Si es en Primera división, mucho mejor, porque es lo que se busca siempre. Pero ahora acabar con buena mentalidad y en agosto ya veremos.
Estás haciendo una buena temporada. ¿Te ha llamado el Mallorca para trasladarte sus planes?
De momento no me ha llamado nadie. Ahora estoy centrado en acabar bien porque de aquí al final de liga pueden darse muchas realidades.
¿Qué harías si logras el ascenso con el Racing?
Pues me quedaría aquí. Tengo la opción de compra si ascendemos.
¿Cómo le va la vida en Santander?
Estamos bien. Estoy en una buena dinámica tanto yo como el equipo. Estoy disfrutando mucho, teniendo la continuidad que buscaba y disfrutando al máximo. Intentando alargar este momento. Se está bien en Santander. Llueve mucho, y cuando te pilla que no puedes salir en casa es lo que hay, pero con días buenos… La ciudad es espectacular.
Y se come de lujo, ¿algo que te guste en especial?
Se hacen unas rabas increíbles.
Llevas 6 goles este curso, ¿Qué crees que es lo que te ha permitido tener impacto de cara a portería?
La continuidad. Hace mucho. Con el cambio de entrenador estoy jugando un poco más por dentro. Eso hace que pise más el área y tenga más oportunidades para anotar. También es un tema de acierto. Al principio de temporada tuve ocasiones para marcar y no las aproveché. Ahora estoy con más puntería. Toda la vida he hecho goles y depende mucho de la racha que tengas. Pero cuando la confianza es máxima siempre hay más posibilidades de hacerlo mucho mejor
¿Dónde te sientes mejor jugando?
Siempre he jugado en banda derecha. Allí me siento como en casa. Sí es cierto que siendo extremo diestro siempre fantaseas con jugar a pierna cambiada para recortar hacia dentro y buscar el golpeo con la pierna buena. De momento, estoy jugando por la derecha, pero estoy para jugar donde diga el míster.
¿Cómo ves al Racing?
Lo veo bien. Tenemos un equipo para jugar polivalente. Podemos hacer grandes cosas. Deberíamos tener muchos más puntos de los que llevamos a día de hoy. Se nos han escapado puntos por el camino. Estamos dónde queríamos, cumpliendo con el objetivo de lograr la permanencia. Creo que haremos un gran final de temporada. Se ve en los entrenamientos que el equipo tiene mucho talento. Hay mucha gente nueva y ahora nos conocemos mejor y eso va dando sus frutos con resultados. Las sensaciones son muy buenas.
¿Cómo es la afición del Racing?
Es la mejor afición en la que he estado desde que soy profesional. Llenan el campo siempre. Llueva o nieve. Les felicito porque son increíbles.
El Racing lo ha venido pasando mal, ¿pero se notan las ganas de mirar hacia delante y subir?
Es un club de Primera con una afición de Primera. La gente lo vive así y es lo que quieren. Se nota y nos aprietan. Es un club que merece estar más arriba.
¿Qué te dice la gente?
Cuando las cosas van bien, muy bien. Cuando van mal… ya se sabe (risas).
Un pajarito nos cuenta que tienes una iniciativa en el mundo de la moda. ¿Qué nos puede contar?
De momento no hay nada claro. Me gusta mucho el mundo creativo. Me llama la atención. Es un mundo que me gusta desde siempre y siempre que tengo tiempo y puedo compaginarlo con el fútbol, le voy metiendo horas diseñando.