McLaren continúa con la filosofía que Zak Brown quiso cambiar desde el año pasado, aquella que se basa en la prudencia. Se acabaron las altas expectativas difundidas en los cursos anteriores y que luego terminaron en decepciones. Desde antes de la campaña 2019, las declaraciones de futuro siempre fueron de perfil bajo, sin hablar de grandes sueños y opciones poco realistas. En los test de Barcelona de 2019, McLaren ya sabía que su coche era competitivo y que podía pelear por la zona media, pero pese a ello, mantuvieron la calma y no levantaron sospechas. Prefirieron hablar en pista, consiguiendo la cuarta plaza del Mundial de Constructores de forma clara y reduciendo gran parte de su brecha con los tres equipos de arriba, aunque estando todavía lejos para pelear por podios de forma constante. Por ello, tras el paso enorme dado en 2019, los británicos optan por la misma estrategia. Se quitan parte de la presión asumiendo sin tapujos que no estarán por pelear con los tres mejores conjuntos en 2020, un año de continuidad, el último de la actual normativa, asegurando que su único objetivo, el realista, es el de ser el cuarto mejor conjunto de la parrilla por segundo año consecutivo. La confirmación.
Pero si muchos pensaban que McLaren esperaba por fin volver a la cima y pelear por victorias y podios con el gran cambio de regulación de 2021, Andreas Seidl, jefe del equipo, también rebajó cualquier expectativa asegurando en una entrevista en el medio alemán ‘Auto Motor und Sport’ que McLaren
no podrá batallar por ganar hasta 2023. ¿El motivo? Su menor presupuesto actual en comparación a los conjuntos dominadores y que el techo presupuestario no entre en vigor hasta 2021. El germano destaca que el gran presupuesto de los tres conjuntos punteros les permitirá avanzarse en el desarrollo del coche de 2021 sin escatimar en gastos ya desde esta campaña con dos equipos de profesionales mejor y más abundante que el de McLaren, con más recursos, lo que provocará según Seidl que hasta que no entre en vigor el techo presupuestario de 2021, un equipo como el inglés tenga previsto igualar las prestaciones de los mejores en no menos de dos años.
“Tenemos que mantener la racha positiva de 2019. También queremos dar un paso adelante en 2020. No en términos de posición. Espero una pelea difícil por el 4º lugar nuevamente. Eso es lo máximo que actualmente es posible en la Fórmula 1, dado el equilibrio actual de poder y, sobre todo, el presupuesto. Todavía vemos suficientes puntos débiles en el equipo en los que tenemos que trabajar. Entonces tenemos que demostrar que nos estamos desarrollando en estas áreas. Y eso es exactamente el motivo de por qué es importante tener una buena temporada en 2020. Para mí está claro que nos espera un año de equilibrio antes de que cambiemos el ‘chip’ por completo para 2021, algo que lógicamente sucederá antes de lo habitual”, expresó Seidl, dejando claro que deberán dejar de lado el desarrollo del McLaren de 2020 mucho antes durante el curso para centrar sus esfuerzos en pensar en el coche de 2021, algo que los 3 grandes no tendrán que hacer ya que cuentan con los recursos necesarios para trabajar en los dos coches a la vez al máximo nivel.
“Tenemos casi 750 empleados, que es significativamente menos que los tres mejores equipos. Si miramos la limitación del presupuesto, ya estaremos en la escala correcta. Los propietarios del equipo nos dejaron claro que podemos operar a la altura con el techo presupuestario. Es una gran señal para el equipo porque tenemos el requisito previo antes de conectar con la cima. No sucederá en 2021. Los mejores equipos aún tienen más presupuesto, más recursos, más personas. Y también hacen un mejor trabajo. Es probable que lo hagan en 2020 para prepararse para 2021. Después del comienzo de las nuevas regulaciones, llevará un tiempo para que el límite presupuestario surta efecto. Por lo tanto, espero estar en el podio y ganar en 2023”, agregó Andreas.
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