Será a su manera…
Roger Federer tiene previsto poder volver a jugar en el verano de 2022, lo que significa que se perderá el Abierto de Australia y Roland Garros, y casi con total seguridad su cita favorita de Wimbledon, ya que debe continuar con la recuperación de la rodilla derecha que tuvo que volver a operarse el pasado mes de agosto.
Si él cree en los milagros, ¿cómo no vamos a creer nosotros?
Nunca duden de Roger Federer 👑🇨🇭 pic.twitter.com/p5Mawfqk0L
— Tiempo De Tenis (@Tiempodetenis1) November 17, 2021
“Podré volver a correr tranquilamente en enero y reanudar las sesiones en la pista con un apoyo complejo en marzo o abril. Así que ahora calculo que mi regreso a la competición será en el verano de 2022″, explicó Federer en declaraciones al diario suizo Le Matin.
Le Balois nous a clarifié sa situation: son ménisque suturé a besoin de temps, mais il espère «rejouer des gros matches». https://t.co/XizjLQ0zpb
— Le Matin (@Lematinch) November 17, 2021
En este sentido, el ex número uno del mundo ve complicado incluso estar en el All England Tennis Club el año que viene y confesó que estaría “extremadamente sorprendido de poder jugar en Wimbledon”, dejando claro que no quiere tener precipitaciones en su recuperación.
¡SIN AUSTRALIA Y EN DUDA PARA WIMBLEDON! Federer, con 40 años, fue claro: “No llego a jugar el Abierto de Australia y veo difícil ir a Wimbledon. Es una recuperación muy larga de la rodilla. Quiero volver bien y dejarles a mis fans una mejor imagen que la de mis últimos partidos” pic.twitter.com/aQhsvmXQCr
— Gustavo Goitía (@goitiatenis) November 17, 2021
El ganador de 20 títulos Grand Slam pasó por el quirófano para solucionar los problemas con el menisco de su rodilla derecha y los médicos “aprovecharon la oportunidad para tratar también el cartílago”. “La combinación de estas dos intervenciones requiere paciencia y prudencia”, advirtió Federer.
“Mi ambición es ver de lo que soy capaz por última vez. También me gustaría poder despedirme a mi manera y en una pista de tenis, por eso lo estoy dando todo en mi rehabilitación, pero, seamos claros, mi vida no se va a desmoronar si no vuelvo a jugar una final de Grand Slam.
“Volver a jugar sería mi último sueño y todavía creo que puedo hacerlo, creo en este tipo de milagros“, admitió el suizo, de 40 años.
(Con información de Europa Press)