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“Me quedan años dando guerra”


Xabi Galán (Bilbao, 23 de noviembre de 1989) ha cerrado una etapa de cuatro temporadas en el Barakaldo. El capitán, junto a otro hombre fuerte como Sergio García, han recibido la baja. No entran en los planes de Aitor Larazabal en su vuelta al banquillo de Lasesarre. El defensa se va dando las gracias al club fabril por lo que ha vivido estos años y destacando su intención de seguir disfrutando del fútbol. Con cuerda para rato. Seguir en Segunda B está apuntado en lo alto de su lista de prioridades ahora.



En conversación con MD, Galán explica cómo se ha producido esa salida del Barakaldo. Ha asumido la situación con deportividad. “Ayer (por el lunes) nos citó Aitor para hablar y nos comunicó que no contábamos para el nuevo proyecto. Fue sincero y nosotros lo aceptamos, le deseamos suerte y, ahora, a buscar nuevos proyectos”, comenta.

Después de cuatro años vistiendo la camiseta gualdinegra, luciendo galones además con ese brazalete, el defensa hace un rápido balance. “Han sido cuatro años muy buenos en los que he disfrutado, me he sentido muy arraigado con el club, la ciudad y la afición y su gente. He tenido la suerte de ejercer de primer capitán en los últimos años. Me llevo solo lo bueno, es que con lo que me quiero quedar”, manifiesta.

La única pega de no ascender

Sí le queda una espinita clavada, la de no haber podido conseguir el ascenso a Segunda. Un objetivo que la entidad fabril no olvida. No pudieron superar la última criba de los play off. “Sí, al final el Barakaldo por historia, por club, por nombre tiene que estar todos los años peleando por el ascenso. Estuvimos luchando por ello hace dos temporadas y es la única pega que me llevo de mis cuatro años en el Barakaldo, no haber podido ascender”, reconoce.

También se va Sergio García. “Hemos compartido vestuario en el Barakaldo, en el Portugalete y en Lezama también estuvimos juntos. La verdad es que más que un compañero es un amigo, es una pena. Pero bueno, con ganas de disfrutar del fútbol y de seguir viéndole por los terrenos de juego”, apunta.

Carles Marc, otro de los pesos pesados, les ha despedido con un mensaje en las redes sociales: “No os podéis imaginar lo agradecido que os estaré siempre por enseñarme los valores del Barakaldo y por la gran amistad que me habéis regalado. Dos capitanes ejemplares. Dos jugadores espectaculares. Dos personas que marcan. Eskerrik asko”.

Y Galán lo agradece. “Hemos hecho una relación muy estrecha con Carles. Él vino aquí (es valenciano, de Paiporta) y desde el primer momento conectamos. Hemos hecho una amistad muy bonita, estoy seguro de que va a ser para siempre. Se lo comuniqué ayer (el lunes), le llamé para darle las gracias por el tuit que puso. Le estoy muy agradecido, el Barakaldo se queda en buenas manos”, indica el zaguero.

Su última campaña en el club gualdinegro ha resultado complicada. Cerrada por la crisis de la Covid-19 después de meses luchando por alejarse de la zona de peligro en la clasificación. Sufrimiento. “Ha sido un poco atípica, al final está marcada por el coronavirus, pero deportivamente no hemos estado a la altura, hemos estado todo el año en la parte baja de la clasificación, no hemos conseguido conectar buenos resultados y ha sido una pena. Por suerte o por desgracia, a raíz del coronavirus la categoría se ha salvado. El Barakaldo estará otro año en Segunda B y nos tenemos que quedar con eso”, resume.

Ahora, con 30 años, con respecto a su futuro adelanta que “la ilusión la tengo intacta y también las ganas de seguir disfrutando del fútbol. Me encuentro con muchas fuerzas, confío mucho en mí y en mis posibilidades. Aún me quedan muchos años y muchos partidos para seguir dando guerra por los campos de fútbol de España o de dónde sea. Estoy a la espera de un proyecto ilusionante”. Añade que “son casi diez años en Segunda B y mi idea es seguir dando guerra en esta categoría, que me gusta mucho. No me cierro ninguna puerta, sé que será un año raro y hay que amoldarse ”.

El Barakaldo, al margen del capítulo deportivo, ha tenido que luchar en otros frentes. La fuerte multa de la Seguridad Social de más de un millón, riesgo de desaparición por vacío de poder, la entrada en el concurso de acreedores… Galán señala que “nosotros no hemos tenido ningún problema, la directiva se puso en contacto desde el primer momento. Ha habido una comunicación muy fluida entre la directiva y nosotros, no tenemos ninguna queja con respecto a los cobros, porque hemos estado al día. La verdad es que estamos muy agradecidos en ese aspecto”.



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