Luca Sangalli (Donostia, 1995) se va entre lágrimas de pena, pero con el pecho henchido tras haber cumplido un sueño. Realista de cuna y convicción, tiene que abandonar la nave txuri urdin tras 15 años vistiendo la misma camiseta. Su contrato expira este mes, y tras una campaña en la que no ha tenido un rol relevante en el filial txuri urdin, el club ha decidido no renovarle. “Hace 15 años me montaba en el autobús que me llevaría cada día a Zubieta“. Así comienza el centrocampista una emotiva carta abierta publicada en su cuenta de Instagram. “Hoy me toca despedirme de la Real, de la que ha sido mi casa y de lo que ha sido mi vida“, dice.
Luca ha pasado por todas las categorías del club hasta llegar al primer equipo, en el que militó hasta el pasado año y en el que llegó a disputar 33 partidos, en los que anotó tres goles y dio seis asistencias. “Me voy sabiendo que soy un afortunado, me voy sabiendo que soy un privilegiado“, dice el sobrino de Miguel Fuentes, exjugador y expresidente y hermano de Marco, jugador del Oviedo. “Me voy con la pena de no haber podido hacer más, de no haber podido realizar toda mi carrera aquí“. Había llegado y tenía trazas de poder mantenerse, que es lo más difícil, pero primero un ictus y luego una gravísima lesión de rodilla lastraron su carrera y su físico.
“Me quedo con la Copa, y con la pena de no haberla podido disfrutar con todos vosotros“. Luca no pudo jugar la final, pero sí participó, y decisivamente, para llegar hasta La Cartuja con su doblete inicial en el segundo partido ante el Ceuta. El donostiarra se va con “la sensación de haber sido muy querido“. Lo ha sido, desde luego, por su entrega y amor incondicional a los colores blanco y azul.
Sangalli, en una alineación de la Real de 2007, con 12 años
La emotiva carta de Luca Sangalli
Hace 15 años me montaba en el autobús que me llevaría cada día a Zubieta. Atravesar todas las categorías, todas las etapas y llegar al primer equipo. Cumplir un sueño, mi sueño. Hoy me toca despedirme de la Real, de la que ha sido mi casa y de lo que ha sido mi vida.
Me voy sabiendo que soy un afortunado, me voy sabiendo que soy un privilegiado. Por haber podido defender y representar estos colores, este escudo. Me voy con la tranquilidad de haber hecho todo lo que estaba en mi mano. Me voy con la pena de no haber podido hacer más, de no haber podido realizar toda mi carrera aquí.
Me quedo con todos los buenos momentos vividos, con todas las personas con las que he podido compartir estos años, con todos mis compañeros. Me quedo con la Copa, y con la pena de no haberla podido disfrutar con todos vosotros. Me quedo con todo el cariño recibido, con la sensación de haber sido muy querido.
Gracias de corazón a todos los que formáis, sentís y vivís la Real Sociedad. Un realzale más, ahora y siempre.
Luca Sangalli