WASHINGTON – El senador por Vermont y aspirante a la candidatura presidencial demócrata, Bernie Sanders, quien sufrió un ataque cardiaco en octubre, divulgó este lunes informes médicos que indican que está en condiciones para afrontar la campaña electoral y eventualmente ser presidente de Estados Unidos.
“En este momento no veo razón alguna por la cual él (Sanders) no pueda continuar su campaña sin limitaciones”, escribió Martin LeWinter, cardiólogo del Centro Médico de la Universidad de Vermont y uno de los tres médicos que evaluaron las condiciones de salud del senador, de 78 años de edad.
Si Sanders fuera elegido presidente “confío en que tiene la energía mental y física para encarar los rigores de la Presidencia”, añadió.
Sanders es uno de tres septuagenarios, junto con el exvicepresidente Joe Biden (77) y la senadora de Massachusetts Elizabeth Warren (70) que figuran al frente en las encuestas entre los posibles candidatos demócratas que en noviembre de 2020 compita con el presidente Donald Trump, de 73 años.
De acuerdo con el promedio nacional de encuestas RealClearPolitics, Biden encabeza la lista con el 28.3% de los posibles votantes, seguido por Sanders con un 18.9% y Warren con un 15.3%.
Si fuese elegido, Sanders sería el presidente más viejo de la historia de Estados Unidos.
Después de sufrir un bloqueo parcial de la arteria coronaria el 1 de octubre en Las Vegas, los médicos le implantaron stents a Sanders, tras lo cual el senador reanudo su campaña.
LeWinter indicó que “Sanders, actualmente, no presenta síntomas, su función cardiaca es estable y bien preservada, su presión sanguínea y ritmo cardiaco están en los niveles óptimos”.
El senador continúa recibiendo “varios medicamentos” que por lo general toman los pacientes después de un ataque cardiaco, añadió LeWinter.
“Si bien él sufrió un daño menor en el músculo del corazón, ha estado bien desde entonces”, añadió.
Brian Monahan, quien lleva siendo el médico de Sanders desde hace 29 años, escribió que el senador “goza de buena salud” y “ha participado vigorosamente en los rigores de su campaña, con viajes y otras actividades programadas”.
Sanders tuvo una consulta con los cardiólogos de Vermont en noviembre y diciembre, según Monahan, y los médicos concluyeron que el político no tenía síntomas de falla cardiaca congestiva y que los exámenes no mostraban anomalías “significativas” en el ritmo cardiaco.
Monahan detalló que Sanders pasó con éxito la prueba de ejercicio en la cinta de correr inclinada para observar su función cardiaca, la demanda muscular y el consumo de oxígeno que indican “un nivel máximo de esfuerzo al 92% del ritmo cardiaco esperado, sin evidencia de reducción del flujo sanguíneo al corazón o síntomas que limiten el rendimiento en el ejercicio”.
“El desempeño total en la prueba resultó por encima del promedio comparado con una población de la misma edad”, añadió Monahan. “El fisiólogo que evaluó los resultados de su ejercicio cardiaco determinó que (Sanders) está apto para reanudar la actividad vigorosa sin limitaciones”, agregó.