El colegiado catalán David Medié Jiménez concedió una entrevista telefónica a la Agencia EFE, en la que explicó cómo está levando el confinamiento en su domicilio y los ‘deberes’ que está realizando tanto a nivel físico como teórico para matenerse en forma.
“El Comité de Árbitros nos ha dado un plan de entrenamiento que estamos poniendo en práctica en nuestras casas. Yo tengo la suerte de tener una cinta de correr, una bici estática y un poco de gimnasio. Cada árbitro está adaptando sus entrenamientos al material del que dispone”, explicó. “Mi preparación física durante el confinamiento está siendo parecida a la que podía hacer antes. Le dedico entres dos y dos horas y media al día repartidas entre la mañana y la tarde”.
Medié Jiménez también apuntó que está hincando los codos, como el resto de árbitros. “Estamos haciendo exámenes de reglamento a través de una plataforma que tenemos en línea. Y, de forma individual, cada uno de los árbitros estamos viendo partidos, repasando jugadas concretas, haciendo análisis táctico…”.
El colegiado tiene claro que “cuando regrese la competición será un no parar de partidos y habrá muy poco tiempo para hacer estas cosas. Las fechas se tendrán que ajustar mucho para poder acabar la liga y los árbitros tenemos que estar preparados tanto física como técnicamente”.
Cumple las indicaciones de las autoridades
Medié
Jiménez reconoció que “impacta ver las calles vacías, pero es como tiene que ser. La única forma de solucionar esta situación es quedándonos en casa. A todos nos gustaría salir a hacer deporte, a mí el primero. Pero ahora no hay ninguna excusa que valga. Las medidas sanitarias son las que son y se deben cumplir. Y cada uno debe adaptarse como pueda”.
Y sobre cómo se está distrayendo, explicó: “Yo suelo leer mucho durante los viajes que hago para ir a arbitrar, sea en los aviones o en los trenes. Y lo sigo haciendo ahora. Estoy leyendo libros para formarme personalmente. Me gusta mucho el tema psicológico”. Y recomendó uno: ‘El hombre en busca de sentido’, de Viktor Frankl. Es un psiquiatra que estuvo en un campo de concentración nazi y explica cómo en la adversidad siempre encontró la parte positiva para sobrellevar su terrible situación”.
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