No está teniendo mucha suerte el Atlético de Madrid con las decisiones del ‘Video Arbitraje’, el popularmente conocido como VAR. En los últimos partidos se han dado situaciones que no corresponde con la impresión de la mayoría de los aficionados, jugadores y periodistas. Quizás todos ellos sin los mismos conocimientos técnicos, pero sí con la capacidad para ver las imágenes repetidas, como se supone que hace ahora el VAR.
El partido que disputó el Atlético de Madrid ante el Granada este sábado acabó con una jugada que podría haber marcado el desenlace final de la cita. El choque acabó con una jugada final en la que pudo haber penalti sobre Darío Poveda, pero en la que el colegiado no entró ni tampoco el VAR. Un cambio de juego de Koke encontraba a Trippier en el área, que cabeceaba al área pequeña y cuando el canterano rojiblanco iba a rematar era tocado en el pie por el capitán del Granada, Víctor Díaz.
Unas imágenes de las que se desinhibió el colegiado catalán y los responsables de la revisión de las imágenes, que se supone que las verían pero entenderían que no había nada a pesar de que existía el contacto entre los jugadores.
No es la primera vez que la ecuación se repite en este sentido, hablamos de la formada por Medié Jiménez, el VAR y el Atlético de Madrid. Y eso que el de Sabadell sólo ha arbitrado en tres partidos al cuadro rojiblanco, pues en dos hubo polémica. La anterior ocasión fue en Sevilla, ante el Betis.
En el debut de Álvaro Morata con el cuadro rojiblanco. El madrileño fue protagonista de la acción polémica del encuentro, cuando, antes del tanto bético, cayó en el área en una acción del marroquí Zou
Feddal. El colegiado no pitó penalti y desde el VAR tampoco se recomendó ni su visionado ni se indicó penalti. Para muchos de los aficionados que estaban viendo el partido, el jugador de Betis había tocado balón pero después de haber tocado claramente al delantero colchonero con lo que debía haber sido señalado penalti.
Del choque del sábado en Granada, el vestuario salió mosqueado por la acción. Unas quejas a las que le puso voz Héctor Herrera. “Entiendo y no me gusta mucho hablar del trabajo del árbitro porque somos seres humanos y podemos errar todos. Pero, en esta situación, teniendo el VAR no veo el porqué es raro, o no intervenir sabiendo que es un penalti claro. Es un poco confuso porque unas veces va y otras no. Al final no queda totalmente lo que te explican o te dicen lo que va a ser el VAR”, explicaba el azteca.
VARIAS POLÉMICAS
En el presente curso, en el Atlético da la sensación que si la jugada es dudosa y se da en el último instante, sale cruz. Como sucedió en la retención de balón sobre la línea de gol, sino abiertamente penalti, de Kounde ante el Sevilla y donde el colegiado pitó falta en ataque.
Algunos pensarán que no todo fue así. El Espanyol se lamentó mucho del gol anulado en la última jugada en el Metropolitano, pero para el exárbitro Enríquez Negreira, que analiza para MD las acciones de la jornada, estuvo bien anulado: “Gol bien anulado a David López por falta previa del Espanyol en un bloqueo. Los jugadores visitantes protestaron mucho la decisión”.
No son los primeros encontronazos del Atlético con el VAR
. En el curso pasado, el club rojiblanco elevó una pregunta y una queja pública al Comité Nacional de Árbitros
sobre el criterio seguido. Y ello después de que se dejaran de pitar unas manos de Casemiro en el derbi (iguales que sí habían sido penalti en el Eibar-Sevilla), otras de Arturo Vidal en el Metropolitano ante el Barça o unas de Álvaro, del Villarreal, en El Madrigal.
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