Medio gabinete de Macron se juega el puesto en las elecciones legislativas en Francia del domingo

Medio gabinete de Macron se juega el puesto en las elecciones legislativas en Francia del domingo

La fuerte posibilidad de no lograr una “mayoría sólida”, como la llama, en las elecciones legislativas de este domingo inquieta al presidente de Francia, Emmanuel Macron, que se juega su capacidad de llevar adelante las reformas prometidas para su segundo y último mandato y, con ello, consolidar su legado. Pero la cita conlleva otro riesgo: de los 28 ministros y secretarios de Estado nombrados en mayo, 15 optan a un escaño ―incluida la primera ministra, Élisabeth Borne― y solo uno, la secretaria de Estado para el Mar, Justine Benin, se lo aseguró ya en la primera vuelta, celebrada el domingo pasado. Macron ha sido claro: quien no obtenga su puesto en la Asamblea Nacional tendrá que abandonar su cartera. Esto añade más incertidumbre aún a un mandato que ha comenzado plagado de sobresaltos: desde el fiasco de organización de la final de la Champions a las acusaciones de violación contra uno de sus flamantes ministros. La primera vuelta permitió un suspiro de alivio: todos los ministros candidatos se clasificaron para la segunda.

Pero el respiro es solo momentáneo. La pujanza de la alianza de los partidos de izquierda liderada por Jean-Luc Mélenchon, la Nueva Unión Popular Ecológica y Social (NUPES), hace temblar al macronismo, que además ya ha sufrido varios reveses: el exministro de Educación Nacional Jean-Michel Blanquer fue derrotado en la primera vuelta, al igual que el antiguo primer ministro socialista Manuel Valls, que no logró clasificar su candidatura macronista por los franceses en la Península Ibérica.

Por ello, nadie baja la guardia. Estos son los ministros que se la juegan:

Élisabeth Borne, una primera ministra novata en las elecciones

Era una de las ministras más veteranas de Macron, ya que ocupó diversas carteras desde 2017, hasta que el presidente la eligió como jefa de Gobierno. Aun así, estas son sus primeras elecciones como candidata. No parece irle mal: en la primera vuelta se clasificó como primera, con el 34,2% de los votos, por su circunscripción en Calvados (Normandía). Su rival, el candidato de la NUPES, Noé Gauchard, obtuvo el 24,53%. La diferencia, no obstante, es de algo menos de 5.000 sufragios, por lo que Borne ha redoblado sus desplazamientos de campaña, mientras su rival apela a los abstencionistas —el gran problema de la primera vuelta— para dar la vuelta a ese estrecho margen.

Damien Abad, sólido en la carrera electoral, pero debilitado por sospechas de abuso sexual

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Damien Abad, jefe parlamentario del partido conservador Los Republicanos, era, para Macron, el gran trofeo robado a la derecha tradicional para su segundo mandato. Rápidamente, se ha convertido en una pesadilla. Hasta tres mujeres ―la última esta misma semana― lo acusan de forma anónima de haber sido violadas o abusadas sexualmente en el pasado por el flamante ministro de Solidaridades, Autonomía y Personas Discapacitadas. Abad niega fehacientemente los hechos. Los cargos no parecen haber afectado sus posibilidades, muy altas en vista de la cómoda ventaja que logró en la primera vuelta, de obtener un escaño. No obstante, la creciente presión social tanto sobre él como sobre el resto del Gobierno debido a las sospechas de delito sexual podrían complicar su futuro político.

Damien Abad, tras votar en la primer jornada de las elecciones legislativas, el pasado domingo en Ain, en el sudeste de Francia. JEAN-PHILIPPE KSIAZEK (AFP)Tres miembros del Gobierno en la cuerda floja

La carrera más difícil, casi destinada al fracaso, la viven tres históricos del macronismo: el ministro delegado de Europa, Clément Beaune; el de Función Pública, Stanislas Guerini, y la de Transición Ecológica y Cohesión de Territorios, Amélie de Montchalin. Esta última logró clasificarse con el 31,46% de los votos, pero quedó detrás del candidato de NUPES Jérôme Guedj (38,31%), que ya ha llamado a convertir la segunda vuelta en un “referéndum a favor o en contra de Macron”. En la misma situación se encuentran Beaune, uno de los hombres de confianza de Macron y que insistió en presentarse en París pese a saber que tenía una fuerte competencia, y Guerini, otro ―como Beaune― antiguo socialista convertido en “macronista de primera hora”, como llaman a los más fieles al mandatario.

Nueve ministros con esperanzas de lograr escaño (y mantener su cartera)

Prácticamente nadie duda de que el ministro del Interior, Gérald Darmanin, volverá a triunfar en su feudo de Tourcoing, donde fue alcalde mucho tiempo, y podrá mantener su cartera. Las esperanzas también son altas para el titular de Cuentas Públicas y antiguo portavoz de Gobierno, Gabriel Attal, que mantiene casi 18 puntos de ventaja sobre su rival de NUPES. Aunque con menos margen y menos seguridad, otros miembros en liza del Gabinete esperan ganar esta primera batalla: Marc Fesneau, para mantener la cartera de Agricultura; Olivier Dussopt, la de Trabajo; Yaël Braun-Pivet, la de Ultramar; Olivier Véran, de Relaciones Parlamentarias; y Franck Riester, de Comercio Exterior. Olivia Grégoire también aspirar a conservar su puesto como portavoz del Gobierno. Más complicado lo tiene la ministra de Salud, Brigitte Bourguignon, aunque confía en imponerse a su rival del Reagrupamiento Nacional, el partido de Marine Le Pen, en Pas-de-Calais, bastión de la extrema derecha.

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