Menos de 24 horas después de los buenos resultados logrados por la coalición de izquierda Nueva Unión Popular Ecologista y Social (Nupes) en la segunda vuelta de las elecciones legislativas celebradas este domingo, los socialistas, los comunistas y los ecologistas han rechazado claramente la propuesta de la cabeza visible de la coalición, Jean-Luc Mélenchon, de formar un grupo parlamentario común en la Asamblea Nacional.
La coalición ha logrado 131 escaños, por lo que este lunes Mélenchon ha propuesto formar un grupo parlamentario unificado y evitar así que el partido ultraderechista Agrupación Nacional sea el primer partido de la oposición con sus 89 escaños.
“En cuanto haya un solo grupo, la oposición se llamará Nupes”, ha declarado Mélenchon, líder del partido La Francia Insumisa, en rueda de prensa. “Creo que debemos ser y seguir siendo una alternativa unida”, ha añadido.
La reacción de los demás partidos políticos no se ha hecho esperar con un claro “no”. “La izquierda es plural. Está representada en su diversidad en la Asamblea Nacional. Es una fuerza al servicio del pueblo francés. Querer eliminar esta diversidad es un error. Me opongo”, ha publicado la portavoz saliente del Partido Socialista en la Asamblea, Valérie Rabault.
“Una interparlamentaria, sí, para llevar nuestras luchas comunes. No estamos a favor de un solo grupo porque tenemos diferencias”, ha explicado un dirigente del Partido Comunista de Francia (PCF) en declaraciones a la cadena BFMT.
Desde Europa Ecología-Los Verdes (EELV), Alain Coulombel ha recordado que “no es lo que se acordó en el pacto”. “Nunca se trató de que estuviéramos en un solo grupo. Es una iniciativa de La Francia Insumisa y no estamos a favor”, ha dicho.
Desde las tres corrientes agraviadas han recordado los “grandes esfuerzos” que supuso la adhesión a la candidatura presidencial de Mélenchon, por lo que consideran que lanzar esta propuesta a la prensa, sin reunir primero a los líderes de los partidos, es una falta de delicadeza.
Pese a estas dificultades, Melenchon anunció una moción de censura contra el gobierno de Macron. Para este trámite solo necesitaba 58 votos, por lo que se ha interpretado como una estrategia para ‘hacer ruido’, pues para que sea efectiva necesitaría todos los votos de la oposición.
Una nota de El Mundo dice que esta estrategia es para darle entender a Macron el trato complicado que tendrá con el nuevo Parlamento.
Información de Europa Press.
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