Melinda Gates, en París, en junio de 2021.GONZALO FUENTES (REUTERS)
La nueva vida de Melinda French Gates ha traído consigo también cambios en su manera de compartir la riqueza. La multimillonaria, que se divorció en 2021 de Bill Gates, fundador de Microsoft, no piensa donar, como tenía previsto, el grueso de su fortuna a la Fundación Bill y Melinda Gates, una de las más grandes del mundo. Tiene, según ha adelantado The Wall Street Journal, planes de repartirla entre varias empresas filantrópicas.
El cambio de idea se materializó a finales del año pasado, cuando ambos deshicieron su documento conjunto del proyecto Giving Pledge (La promesa de dar), una iniciativa ideada en 2010 por la pareja, junto al magnate Warren Buffett, para incentivar que las mayores fortunas del mundo compartan su riqueza (en vida o tras su muerte). El matrimonio se comprometió a que el destino de su dinero fuera la fundación que crearon en 2000 y que lleva el nombre de los dos. Tras el divorcio, Melinda Gates cambió de idea, según consta en el nuevo documento individual.
“Cuando cofundé Giving Pledge, me comprometí a donar en vida la mayoría de mis recursos”, se puede leer en la nueva carta de Melinda Gates. “Hoy reafirmo ese compromiso. Reconozco lo absurdo de que tanta riqueza se concentre en las manos de una sola persona, y creo que lo único responsable que se puede hacer con una fortuna de este tamaño es regalarla, de la manera más cuidadosa y con el mayor impacto posible. El objetivo final de cualquier filántropo debería ser dejar obsoleta la necesidad de la filantropía”.
Melinda Gates promete en el escrito que sus donaciones “seguirán enfocándose en las personas para quienes las barreras para alcanzar la igualdad son más altas”. “Es importante reconocer que regalar dinero que tu familia nunca necesitará no es un acto especialmente noble”, dice la carta. “El listón real para la generosidad lo establecen las personas que dan incluso cuando eso significa prescindir de lo que tienen. Por eso, como parte de este compromiso, me comprometo a hacer algo más que firmar cheques. También dedico mi tiempo, energía y esfuerzos a combatir la pobreza y a promover la igualdad para mujeres y niñas, así como para diversos grupos marginados, en Estados Unidos y en todo el mundo”.
La Fundación es una de las mayores organizaciones filantrópicas del mundo, cuya dotación supera los 50.000 millones de dólares. En julio de 2021, el recién divorciado matrimonio dijo que destinarían otros 15.000 millones. La decisión de Melinda Gates no significa que nunca volverá a aportar dinero a la fundación, sino que ya no será su único destino, según una fuente citada por The Wall Street Journal.
El divorcio de los Gates, en mayo del año pasado, también acarreó cambios en la junta directiva de su fundación. Se nombraron cuatro nuevos miembros para, se dijo entonces, impulsar la gobernabilidad tras la ruptura de sus cofundadores. Ambos continúan compartiendo la presidencia, aunque ella se comprometió a renunciar en 2023 si alguno de los dos decide que ya no pueden trabajar juntos.
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