¿Quién le iba a decir a José Luis Mendilibar hace tres meses que este miércoles conquistaría el primer título de su carrera como entrenador? Nada más y nada menos que una Europa League. El 20 de marzo estaba todavía en el paro, casi un año después de haber salido del Alavés, y ahora es el técnico con el que el Sevilla ha conquistado su séptima Europa League.
El técnico de Zaldíbar aterrizó en el Ramón Sánchez Pizjuán con un claro objetivo: lograr la permanencia. Dicho y hecho. El equipo estaba vivo en Europa League, pero dicha competición no era la prioridad dadas las urgencias en LaLiga. Pero paso a paso el Sevilla fue creciendo en la que no deja de ser ‘su’ competición y se plantó en la final de Budapest. Sucumbieron, entre otros, Manchester United y Juventus, grandes de Europa a los que Mendilibar nunca se había enfrentado. Y en la lucha por el título la Roma de un José Mourinho mucho más laureado que el bueno de ‘Mendi’.
La hoja de ruta no ha sido demasiado rocambolesca pero sí muy efectiva. Así es el fútbol de Mendilibar, donde prima la solidez atrás, no cometer errores de bulto y agobiar al rival situando la línea de presión bien arriba. Todo ello, aprovechando al máximo los efectivos de los que disponía y recuperando el mejor nivel de varios jugadores que con Sampaoli y Lopetegui no acababan de sentirse cómodos.
En lo que respecta al partido de ayer en concreto, bien se puede decir que Mendilibar tuvo mucho que ver para que fuera el Sevilla y no la Roma el equipo que levantase el trofeo. Porque aunque durante la primera parte se jugó al ritmo que quiso Mourinho, tras el descanso el partido que se celebró fue el que deseaba Mendilibar. Desde las sustituciones realizadas por el vasco en el descanso, con mención especial para la entrada de Suso, el duelo empezó a caminar rumbo hacia el final triunfante para el conjunto hispalense mediante el que se hizo justicia con los méritos realizados por uno y otro equipo. Fue en la tanda de penaltis, sí, pero mereció ganar el Sevilla.
Sea como fuere, esta Europa League ya no se la quita nadie a un Mendilibar que, aunque parezca mentira, finaliza contrato con el Sevilla el próximo 30 de junio y que, salvo inesperado giro de guion, volverá al paro. Porque el Sevilla, cuando se hizo con sus servicios, ya tenía decidido que no sería su entrenador de cara al próximo curso. Sin problema. ‘Mendi’ volverá al paro con la satisfacción no solo de haber aprobado con nota el examen sino de haber conseguido una matrícula de honor.