El futuro de Fabián
Orellana es una de las patatas calientes que tiene entre manos el Eibar, más si cabe tras la sospechosa fotografía que el chileno colgó hace unos días en las redes sociales con la que daba a entender que no continuará en Ipurua más allá del 30 de junio, que es cuando expira su contrato. José
Luis
Mendilibar, consciente de la relevancia del chileno y de que su aportación será vital en este desenlace de temporada, ha querido lanzarle un guiño durante una entrevista concedida al rotativo ‘La Cuarta’.
Cuestionado por los daños colaterales provocados por un prematuro adiós de Orellana, el técnico del Zaldibar reconoce que “en ataque es quien nos marca diferencias”, por lo que “sería una gran pérdida para el club, tanto por los últimos los seis partidos como por la temporada que viene”. De hecho, no esconde que “para un equipo como el Eibar, firmar a un jugador como Fabián no es fácil”.
Las incógnitas sobrevuelan el futuro de Orellana, aunque Mendilibar prefiere no inmiscuirse demasiado y se limita a poner de relieve la situación y su opinión. “Me encantaría que se quedara, por lo menos hasta que termine la temporada. Luego ya veremos”, insiste. Sabe que estar encima del jugador no va a ayudar. “Lo que no quiero es apretarlo, quiero que esté a gusto, que se sienta útil y querido por sus compañeros y por el cuerpo técnico”, advierte. Ya que, “si está así, estoy convencido de que nos va a echar una mano. Lo de la temporada próxima, eso sería otro cantar. Lo principal es salvar este año”.
Confía el vizcaíno, a sabiendas de la singular personalidad del atacante, en que se solucione su continuidad hasta que concluya la competición a mediados de julio. “Espero que Fabián esté bien, que esté a gusto en el equipo, contento cuando entrene y cuando juegue. Ya veremos lo que ocurre en julio”, lanza.
Una personalidad única
El futuro de Fabián
Orellana es el cebo a partir del cual el entrenador del Eibar examina con más profundidad al jugador chileno, con una personalidad única dentro y fuera del campo. Mendilibar confirma que gran parte del ataque del equipo depende de Orellana, cuyo rendimiento está unido a su actitud. “Cuando está centrado y metido en el partido, nos da mucho”, confirma, aunque “luego es verdad que también se enfada con facilidad, ya sea por un pase malo de un compañero o por una decisión equivocada del árbitro”.
En este contexto, explica que no es sencillo lidiar con esos vaivenes. “Le tiene que ir todo bien, tienen que suceder todas las cosas que él cree que tienen que pasar”. Así, “si eso no ocurre, se desconcentra” y “las toma con el compañero, con el árbitro e incluso hasta conmigo”, admite Mendilibar. Las consecuencias llegan a ser terribles porque ese enfado le influye negativamente: “Y ahí se va un poco del partido”, aclara. Sin embargo, repite el entrenador que “nos da mucho. Ahora está bien y con ganas”. Habrá que ver si hay lío con Orellana o no.
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