En tiempos de parón, toca examinar minuciosamente datos y curiosidades que nos deja el equipo de Míchel. Su forma de juego ha sido una de las sorpresas de la Liga por ser uno de los equipos que ascendía desde la categoría de plata. Sin embargo, el técnico vallecano ha querido ser fiel siempre a su estilo.
La posesión ha sido una de las mejores armas del cuadro catalán, que nos deja este magnífico dato. En 9 de los 14 partidos que se han disputado de competición liguera, los catalanes se han impuesto en posesión. De los cinco restantes, tres han sido por necesidades del partido y aguantar el resultado, viéndose obligados a replegar metros en el verde.
De todos los partidos en los que los rojiblancos no han sido dominadores del balón, han sido capaces de estar muy cerca de igualar los registros de su rival. Su porcentaje más bajo con el balón lo mantiene frente a la Real Sociedad con un 40%. Athletic Club y Real Madrid con un 42%, Valladolid 44% y Mallorca 48%.
En los demás ha estado siempre por encima en el choque, independientemente de la camiseta que se encontrara al frente. Osasuna 51%, Celta y Valencia 54%, Elche y Atlético de Madrid 55%, Betis 56%. Frente a Cádiz, Almería y Getafe superó el 65% de toma del esférico.
Cierto es también, que por la necesidad de sumar y minimizar errores, Míchel ha dado menos importancia al balón y más a la determinación. Y los mismos números lo demuestran. Tras el punto de inflexión por la dolorosa derrota de Almería, el Girona ha bajado su porcentaje de dominio en 8 puntos. Es curioso porque, precisamente en estos cuatro partidos donde la posesión baja, el equipo no ha perdido ningún partido a pesar de toparse contra el entonces líder y contra el equipo que mejor presionaba en toda Europa, el Athletic.
Así pues, a Míchel le ha surgido más efecto tener menos el dominio del partido que ser los dominantes de sus citas ligueras. Ahí podría estar una de las claves de la dinámica.