Alex Palou está en plena batalla por el campeonato, en un momento en el que se juega más que nunca la defensa de su corona en la IndyCar a falta de las últimas 5 citas de la temporada. Debería estar absolutamente centrado en eso. En nada más. Lo intenta, pero en el contexto en el que está debe ser muy difícil. Hace unas semanas, McLaren anunciaba el fichaje de Palou, conjunto de Grove que podía abrirle las puertas a la F1 a través de un test en el que el piloto aspira a impresionar. Pero ese mismo día, Ganassi anunció la ampliación del contrato de forma unilateral sin la aprobación del piloto, algo que no gustó un pelo a un Alex que recientemente reveló que el conjunto le había cortado el acceso a los datos remotos.
Imagínense pelear por una corona dentro de un equipo con ese polémica sin resolver. Casualidad o no, desde que eso ocurrió los resultados de Alex empeoraron, sobre todo en la última cita disputada en Iowa, donde fue 13º en la segunda carrera, alejándose así a 44 puntos del líder, su compañero de equipo Marcus Ericsson, y teniendo otro compañero de Chip Ganassi por delante, Scott Dixon, en la tercera posición, 10 puntos por encima de Alex.
“El historial de Alex habla por sí mismo. Es un campeón probado y uno de los pilotos más formidables del mundo”, dijo Chip Ganassi el día del polémico anuncio de la teórica renovación. Y unas semanas más tarde, el equipo Chip Ganassi demandó al piloto catalán por su acuerdo con McLaren.
Y en el mismo día que se conoció la demanda, el propietario el equipo realizó más declaraciones a la periodista Jenna Fryer, manteniendo su postura, seguro de que Palou continuará. “Quiero ganar campeonatos. Quiero a Alex Palou en mi coche. No estoy hablando con ningún otro piloto”, aseguró Ganassi este miércoles.