A pesar de que el italiano Carlo Ancelotti ha asegurado en rueda de prensa que cuenta con el belga Eden Hazard en sus planes para esta temporada, viéndole como alternativa al francés Karim Benzema como falso ‘9’, las dudas respecto a la figura del atacante no cesan y, según pudo saber EFE, en el Real Madrid no cierran al puerta a una salida.
Aunque queden menos de 48 horas para el cierre del mercado, que finaliza a las 23:59 horas de este jueves, en el club siguen abiertos a dejarle marchar en caso de que llegue una oferta que satisfaga a ambas partes, aunque esta no se ha producido durante el verano y, salvo necesidad de algún equipo a última hora, no parece que vaya a producirse.
Por ello, Ancelotti cuenta y confía en él, en recuperar una versión cercana a ese futbolista que estaba entre los mejores del mundo, siendo ya el mejor jugador de la Premier League, en su etapa en el Chelsea y que, sin embargo, no ha aparecido desde que llegase al Real Madrid en junio de 2019.
Y esta, su cuarta temporada, se antoja como el último tren en marcha al que Hazard puede subirse. Él mismo, muy querido en el vestuario por su carácter, se encargó de meterse dicha presión durante la celebración de la 14ª Copa de Europa en Cibeles.
“Madridistas, llevo tres años aquí con muchas lesiones, con muchas cosas… Pero el año que viene lo voy a dar todo por vosotros”, aseguró Hazard ante el delirio de los aficionados madridistas, que ven en cada palabra o gesto una señal para volver a creer en él.
Aunque los datos demuestran lo contrario. Es más, Hazard vive su peor arranque de temporada en cuanto a protagonismo en toda su carrera en la élite, teniendo en cuenta las campañas en las que ha estado sano.
Solo en la 2008/2009, con 17 años, tuvo menos protagonismo que en la actual; con una explicación manifiesta: fue la temporada en la que comenzó a forjarse su exitosa carrera que empezó en el primer equipo del Lille y que las lesiones truncaron tras cumplir su “sueño” de jugar en el Real Madrid.
Con la camiseta blanca su balance en las tres temporadas previas ha sido de seis goles y diez asistencias en 66 partidos -en su peor temporada en Premier League marcó seis tantos y dio ocho pases de gol-. La explicación está en las 14 lesiones que ha sufrido, con especial importancia a la del tobillo el 26 de noviembre de 2019, desde la cual, tras la que se le implantó una placa de osteosíntesis en el pie derecho, nunca se sintió a gusto.
El belga no podía coger ritmo. Las molestias eran constantes hiciera lo que hiciera, algo que no le había pasado nunca en su carrera. Por esto, el pasado 29 de marzo dijo basta y decidió operarse para quitarse esta placa e intentar empezar una vida deportiva nueva. Sin embargo, esta no empezó como esperaba.
Tras dejar buenas sensaciones durante la pretemporada, con gol y asistencia en los amistosos, no tuvo minutos en la Supercopa de Europa y tampoco en el último encuentro frente al Espanyol. Contra Almería y Celta de Vigo fue suplente, disputando 33 y 8 minutos, respectivamente.
Fue este último en el que tuvo la oportunidad de escalar un peldaño más en su dura vuelta a la élite. Hazard le pidió tirar un penalti a Benzema en el minuto 87 de un encuentro ya decidido (1-4). El galo, capitán y consciente de la importancia de que el belga se recupere para la causa, le cedió la pena máxima; pero este la falló y se quedó sin sumar su séptimo gol con el Real Madrid.
Un gol que, posiblemente, habría ayudado a cambiar la perspectiva en torno a su figura, pero la realidad está por encima del “y si…” y muestran a un Hazard que, a día de hoy, aún está lejos de lograr esa subida de nivel que tanto ansía, como todo el madridismo, y persigue día a día en Valdebebas.
Por esto, desde el club están abiertos a cualquier oferta que pueda llegar en el día y medio que queda de mercado; aunque, eso sí, sin forzarle o insistir a que se busque un nuevo destino.