Max Verstappen llegaba a este Gran Premio de España de F1 tras dar la gran campanada hace una semana en Silverstone, pero no lo hacía con una sonrisa especial. Sabía que en Barcelona, repetir la sorpresa hace unos días era mucho más difícil. Es cierto que los neumáticos van a volver a sufrir el tremendo calor que azota a Montmeló durante estos días y que los neumáticos sufrirán una gran degradación, pero para que el holandés pueda batallar con las flechas de plata necesita que los Mercedes destrocen las gomas como lo hicieron en Gran Bretaña. Y por ahora, no parece que así vaya a ser. En este contexto, Max solo pudo ocupar la que parece ser su posición natural al volante de un Red Bull que en condiciones normales está lejos de los Mercedes, siendo tercero en la primera sesión de entrenamientos a todo un mundo, a 0”939 del más rápido de la FP1, Valtteri Bottas y a 9 décimas exactas del segundo clasificado, Lewis Hamilton.
El finlandés y el británico volverán a ser los dos únicos candidatos a la pole este fin de semana, y de momento, el nórdico inició en Barcelona como el año pasado, dominando la primera práctica. No obstante, eso no es garantía de éxito para un nórdico que el año pasado también lideró la FP2 y la clasificación, pero aquella pole no le sirvió de nada en una carrera en la que venció el de siempre, su compañero de Stevenage.
Esta vez, Bottas continúa insistiendo, esperanzado en que su dominio en los libres le sirva de algo más en esta carrera barcelonesa, en la que Lewis Hamilton ha triunfado en las 3 últimas ocasiones de forma consecutiva. De hecho, la última victoria que no fue para el inglés, hace cuatro temporadas, fue para Verstappen (su primer triunfo en la F1 en su primera carrera con Red Bull), que no parece en posición de poder repetir aquella maravillosa gesta.
Por detrás, los Ferrari mostraron por fin más igualdad entre ambos. Leclerc (4º) volvió a ser más rápido que Vettel (5º), pero esta vez, el alemán, que estrena chasis, pudo colocarse a solo 11 milésimas de su compañero monegasco. Sin embargo, que no se confíen los italianos ante unos Racing Point que fueron los grandes tapados de la primera sesión debido a que realizaron su intento de vuelta rápida con el blando demasiado pronto, con la pista muy sucia aún y con poca goma, terminando con Pérez en la séptima plaza y Stroll en la décima, posición antinatural e irreal para ellos.
Igual de irreal fue la sexta posición de un Grosjean que debía ir muy descargado de gasolina. Nadie se cree el tiempo que hizo, un ‘farol’ que no sirve de nada en unos libres en el que la principal preocupación de todos los equipos fue entender el límite de los neumáticos.
Muchos llegaron a Barcelona pensando que podría ser una carrera a dos paradas, pero todos ellos empezaron a trabajar para entender si realmente pueden realizar solo una parada el domingo para evitar perder tiempo con el tráfico en pista.
Sainz, 11º de inicio
En todo ello trabajaron en McLaren, con un Carlos Sainz que estrenó chasis y elementos de refrigeración tras los problemas que tuvo en su coche en Silverstone, donde tuvo que pilotar con menor velocidad punta en recta. Por ahora, dichos contratiempos parece que no se repitieron y el madrileño finalizó 11º (a 1”984 de Bottas) en una zona media en la que la lucha volverá a ser encarnizada.
Carlos, junto a su compañero Lando (13º), tendrán que librar una dura batalla ante Renault y Alpha Tauri, con Racing Point lejos y Ferrari que parece estar un peldaño por encima con la mejora de Vettel. El objetivo del español y el equipo de Woking son los puntos, aunque saben lo difícil que será conseguirlos aquí debido a lo mucho que se le atraganta al coche inglés desde el año pasado el último sector de Barcelona.
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