Mercedes tenía que tomar una decisión para este año: Seguir con su concepto arriesgado de coche de 2022, que al inicio de curso les daba muchos problemas, o apostar por una filosofía de coche totalmente distinta y presentar un monoplaza nuevo del todo para 2023. La duda sobrevoló la fábrica de Brackley durante muchos meses. Presentar un coche nuevo en 2023 podía suponer perder un año de aprendizaje respecto a todos sus rivales y quizás tirar a la basura este 2023 a medida que evolucionaban el coche. Y finalmente, tras la gran mejora que lograron en su concepto de 2022 durante la segunda parte de la temporada, optaron por mantener ese mismo concepto y analizarlo al detalle para acabar con todas sus debilidades. Sin embargo, esa postura parece haber sido un error. Y Aston Martin, como bien reconoció el jefe de Mercedes, Toto Wolff, demostró que dar ese paso de cambiar completamente el coche sí podía haber sido el camino correcto.
Por eso, ahora Mercedes se plantearía hacer como Aston Martin y apostar por un coche distinto a partir de ahora. El paso adelante dado por el cuadro verde les puede servir de ejemplo para dar ese paso que no quisieron dar con el monoplaza inicial de este año, el W14. “Lo que Aston Martin fue capaz de hacer es una gran inspiración para nosotros, porque hemos visto que han pasado de estar a dos segundos de la cabeza a ser el segundo equipo más rápido. Y nosotros todo lo contrario”, comentó Wolff en el GP de Bahrein de F1.
El viernes, Lewis Hamilton ya se quejaba de la gran brecha que había con Red Bull y dejaba claro que con ese concepto de coche era muy difícil estar ahí. El sábado, su clasificación a medio segundo hacía cambiar su discurso, esperanzado en poder dar los pasos necesarios para llegar arriba con ese coche. Pero el domingo, la carrera hizo que Lewis volviera a insistir en que era necesario un cambio de concepto.
“Lo positivo del fin de semana es que todavía tengo lo que se necesita para pilotar y competir. Tenemos una buena fiabilidad y no tenemos rebote. Pero es el mismo coche que el año pasado y todavía es lento, no es rápido y hay que darle la vuelta a esto”, expresó. Además, reprochó al equipo el no haberle escuchado sobre lo que él ya expuso en todo el 2022 de lo que quería y no quería en el comportamiento de su nuevo monoplaza.
Ahora, tras la primera carrera de la temporada, debido al techo presupuestario, el equipo debe tomar una decisión sobre qué camino seguir. No pueden despilfarrar dinero en dos desarrollos distintos porque se pasarían de ese límite. Y pese a que un cambio total con el curso ya empezado es muy complejo, deberán hacerlo.. Wolff admite que es necesario apostar por el cambio. “Es extremadamente difícil, pero es lo que tenemos que hacer. Ahora mismo no tenemos otra opción”.
“No estoy seguro de que el límite de gastos te ponga limitaciones en la posición en la que estamos, pero tenemos que decidir en qué dirección vamos y poner todos los recursos ahí. Vamos a seguir desarrollando un coche, la cuestión es qué coche, añadió al respecto.
“No creo que este paquete vaya a ser competitivo, eventualmente”, apuntó en Bahrein.
“Vamos a abordarlo de inmediato, porque si nos fijamos en donde estábamos al final del año pasado, que parecía que nos habíamos puesto al día… era sólo una cuestión de que había circuitos que nos venían bien y otros que no. Ahora parece que casi hemos duplicado o triplicado la diferencia con Red Bull. Eso es lo que tenemos que analizar”, comentó Toto, muy decepcionado por el inicio de Mercedes, admitiendo el paso atrás dado.
“El ritmo a una sola vuelta sigue siendo bueno, pero en carrera hemos visto las consecuencias. Para decirlo claramente: nos falta carga aerodinámica, los neumáticos patinan y vamos hacia atrás”, aclaró.
Se equivocaron
“Dimos lo mejor de nosotros también durante el invierno y ahora solo tenemos que reagruparnos, sentarnos con los ingenieros y decidir cuál es la dirección de desarrollo que queremos seguir. con el fin de ser competitivos para ganar carreras”, expresó Wolff, sin rechazar la idea de poder pelear arriba en lo que resta de curso si dan los pasos adecuados. Eso sí, apuesta por un plazo largo para cumplir ese objetivo: “No es solo como el año pasado que logras podios y eventualmente llegas allí. Estoy seguro de que podemos ganar carreras esta temporada, pero es realmente a mediano y largo plazo lo que debemos ver qué decisiones debes tomar”.
“Alcanzamos nuestros objetivos”, dijo en relación a haber eliminado los problemas de rebote del coche y su falta de velocidad en recta. Pero Wolff se dio cuenta de que eso no fue suficiente: “Es por eso que le dimos la mejor oportunidad. Y llega el momento y sale el crono y nos mostró que simplemente no es suficientemente. No tenemos suficiente carga aerodinámica y necesitamos encontrar soluciones para arreglarlo”.
Todo parece indicar que Mercedes optará por un cambio drástico y hecho de la forma más rápida posible, mucho más de lo que dijo el director técnico del equipo, Mike Elliott, quien aseguró que Mercedes esperaría para analizar el rendimiento del coche en las próximas carreras para tomar la decisión si cambiarlo o no. Parece que esa decisión se tomará a más corto plazo para ganar tiempo.
Eso sí, Wolff quiso dejar claro que no echará las culpas a ninguno de sus ingenieros y que sigue confiando en ellos por todos los éxitos logrados desde el inicio de la era híbrida. Un equipo no se olvida de hacer coches rápidos de la noche a la mañana.
“En este equipo le echamos la culpa al problema y no a la persona. Y al final tengo la responsabilidad, así que si quiero hacer algo, tendría que despedirme a mí. Tenemos todos los ingredientes para tener éxito. Son las personas y la infraestructura las que ganaron ocho campeonatos consecutivos y nos equivocamos el año pasado. Pensamos que podíamos arreglarlo manteniendo este concepto de coche y no funcionó. Entonces, solo necesitamos cambiar nuestro enfoque hacia lo que creemos que puede ser la dirección correcta, qué es lo que nos falta”, finalizó.