Más polémica post partido en el Athletic-Sevilla. Los rojiblancos protestaron por tres acciones muy concretas en las que se sintieron perjudicados. Consideran que es dudosa la infracción de Dani García que genera el empate hispalense, que hay una clara falta a Capa en la acción previa al 1-2 y que Munir comete penalti sobre Iñigo Martínez en la recta final del duelo. Pero hay otra jugada que ha pasado desapercibida. ¿Debió haber visto Banega la segunda amarilla en el arranque del segundo acto?
El argentino, que fue amonestado justo antes del descanso, interceptó un pase del Athletic con la mano cuando los leones querían salir a la contra desde campo propio. Medié Jiménez observó la acción con nitidez, estaba perfectamente situado, y concedió la ley de la ventaja. Los de Garitano lograron rehacerse y armaron un ataque que quedó en nada. ¿Fue suficiente para que Banega viera la segunda amarilla? Lo cierto es que ningún jugador del Athletic protestó la acción.
Luego la calidad del centrocampista terminaría por decantar la balanza a favor del lado hispalense. Dirigió la remontada, movió a su antojo al Sevilla con el esférico e intervino en los dos goles. Igualó en un libre directo magistral con el que superó la barrera bilbaína y asistió a Munir con un centro medido en el definitivo 1-2.
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