Si Mikel
Merino conserva su estado de forma de toda la temporada, la Real habrá ganado terreno en su carrera por Europa de las 11 últimas jornadas. No en vano, el navarro se ha convertido por derecho propio en el mejor futbolista de la plantilla, con actuaciones integrales en la medular durante su segunda temporada con la camiseta txuri urdin.
La interrupción del fútbol no ha afectado en absoluto en las funciones del navarro puesto que, según fuentes consultadas por MD, ha retomado la actividad en Zubieta en plena forma. Exhibiendo unas facultades espectaculares, físicas y motrices. Merino ha vuelto incluso más delgado que cuando se tuvo que confinar como el resto del mundo, sus credenciales son espectaculares y además ha mostrado un hambre feroz de competición. De que se pueda volver a jugar.
La versión pletórica de Merino es una verdadera garantía para la Real y su entrenador, Imanol, máximo valedor del pamplonica. Anclado con fuerza como intermediario entre el pivote y el mediapunta, acreedor de un despliegue abismal para organizar al equipo, dominar el juego aéreo y llegar a las cercanías del gol, Merino se encuentra en vías de renovar el contrato que de momento le une a la Real hasta 2023. La intención del club es elevar el rango del centrocampista y también la cláusula de su libertad, ampliando en dos temporadas su vínculo con la entidad. El coronavirus frenó las negociaciones.
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