Merino no para de crecer con Imanol


A Mikel
Merino, y a la Real, le sobraron 13 minutos el viernes contra el Leganés. Era el tiempo que faltaba para terminar el partido cuando En-Nesyiri dejó helada a la grada de Anoeta con el tanto del empate. Un gol que despojó al navarro del disfraz de héroe que se había enfundado al cabecear a la red el centro de Januzaj para anotar su segundo tanto de la campaña. Una diana que pocos pensaron no serviría para ganar el partido y encaramarse en solitario al primer puesto de la clasificación.



La igualada del equipo madrileño no empaña otra actuación muy completa de Merino, que vive su mejor momento en la Real desde que fichara en 2018 por el conjunto txuri urdin. Si cabe achacarle algo en su rendimiento del viernes es que no acudiera con algo más de agresividad a cerrar el centro de Roque
Mesa que derivó en el gol del empate. El compendio de méritos y deméritos, en cualquier caso, le sale claramente favorable a un centrocampista navarro que está desplegando sus mejores facultades como txuri urdin.

Un año con continuidad

La mejor versión de Mikel
Merino coincide con que está a punto de cumplirse un año desde que reapareciera tras una complicada lesión en el inicio de la pasada campaña, que condicionó su rendimiento. El pamplonica jugó como titular cuatro de los siete primeros partidos de la pasada temporada pero en esa séptima jornada, frente al Valencia en Anoeta, sufrió una severa rotura de fibras en la inserción del aductor que le tuvo prácticamente dos meses fuera de combate. Se lesionó el 29 de septiembre y reapareció el 26 de noviembre. Es imposible no relacionar la irregularidad de Merino en la primera mitad de la pasada campaña con esa dolencia que no le permitió tener continuidad prácticamente hasta 2019.

El otro factor decisivo para comprender el rendimiento de Mikel
Merino en la Real es Imanol
Alguacil. El técnico oriotarra, desde su estreno en el Bernabéu su segunda etapa como entrenador de la Real, mostró sin ningún tipo de matiz su absoluta confianza en el centrocampista navarro y, de la mano del guipuzcoano, Merino inició en enero un crecimiento constante en su fútbol que hoy está en el punto más álgido, pero ofreciendo la impresión de que aún tiene margen de mejora.

Merino ha jugado todos los partidos de Liga en los que ha estado disponible con Imanol en 2019. De los 34 encuentros ligueros que se llevan jugados en el año natural, coincidiendo con el redebut de Alguacil, el navarro sólo se ausentó en Vallecas en el José Zorrilla, la pasada temporada, en ambos casos por sanción. 31 de esos 32 encuentros, además, los ha disputado como titular. La estadística, concluyente por sí misma, contrasta con sus primeros meses como txuri urdin en los que, con la lesión de por medio, sólo jugó 10 de los 17 primeros encuentros, y únicamente cinco como titular.

Consolidado como uno de los pilares del juego de la Real, pieza esencial en trasladar el esférico de campo propio a las zonas más calientes, de mayor peligro, Merino es, con 1.095 minutos jugados, el segundo futbolista más utilizado por Imanol, sólo por detrás de Mikel
Oyarzabal. En estos 13 primeros partidos promedia 84 minutos sobre el terreno de juego, superando los 71 de media que jugó la pasada campaña (2.059 minutos en 29 encuentros). Con dos goles anotados, en cuanto marque uno más igualará los tres que hizo la pasada campaña, una aportación que, a nada que siga por este camino, ampliará con creces esta temporada.


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