Mikel Merino será una de las armas que la Real tendrá a su disposición para ganar la Copa. El navarro viajará mañana a Sevilla con dos vitolas colgadas: una de disponible y otra de titular. Su ausencia en todos los entrenamientos que Imanol ha dirigido en los últimos 10 días se debe a un plan predeterminado de los máximos responsables deportivos del club para proteger su estado físico.
Si Merino se tuviera que perder la final del sábado, sería por razones independientes a las molestias que arrastra en la espalda. Son el motivo que empujó a la Real a elaborar un mapa de dosificación a raíz de que el seleccionador español, Luis Enrique, prescindiera del centrocampista para los compromisos internacionales que están teniendo lugar. En cuanto la Real conoció que Merino se quedaba en Donostia durante la ventana FIFA, pensó en aislarle de los entrenamientos para que desaparezcan los dolores lumbares y así regenerar un depósito que se estaba vaciando.
Merino terminó el partido contra el Barcelona del 21 de marzo afectado por unas molestias en la espalda. De hecho, fue de la partida acusando un incómodo daño en la zona. De ahí que no ser citado por la selección española haya sido concebido como un alivio por el entorno del jugador. Qué decir de la reacción de la Real, encantada con que se quedara en Zubieta -ha molestado mucho el éxodo de los otros cinco internacionales-.
Ayer tampoco entrenó
Fuentes consultadas garantizan a MD que Merino podrá jugar contra el Athletic. Por lo que su ausencia en el entrenamiento de ayer responde al mismo método de protección al navarro. Pese a que causó baja a cuatro días para la final, el canterano de Osasuna pretende incorporarse al trabajo en grupo hoy o, a más tardar, mañana. En las próximas horas sea como fuere.
Los fisioterapeutas de la Real tratan a Merino en el interior de las instalaciones para fortalece la zona mermada y destensar las contracturas que le han maniatado. Otro motivo directo del plan es la carga de minutos a la que ha sido el realista sometido durante toda la temporada. El de Iruñea ha disputado la friolera de 42 partidos entre la Real y la selección estatal, repartidos en fases de clasificación, Liga, Copa, Supercopa y Europa League. Su rendimiento, con algún esporádico desfallecimiento, vale un potosí.
Esencial para Imanol
Merino no tenía pensado parar en el caso de que hubieras tenido que atender a la agenda internacionales a las órdenes de Luis Enrique. Habría estado disponible, señal inequívoca de que su ausencia en los entrenamientos carece de gravedad.
Además de jugar, Mikel Merino organizará a la Real en la final de La Cartuja. Es el rol que desempeña con Imanol Alguacil siendo su entrenador. Todos los detalles tácticos del sistema pasan por el navarro. Para el entrenador es esencial y como tal se erigirá en uno de los miembros de la columna vertebral que estructura Imanol para conquistar el título.
A las puertas de su quinto derbi vasco
La final de La Cartuja será de modo análogo el quinto derbi entre la Real y el Athletic para Mikel Merino. El saldo hasta ahora es positivo, puesto que todos salvo uno se han resuelto con victoria txuri urdin. La única derrota del navarro fue el 2-0 de agosto de 2019, de infausto recuerdo para un Illarramendi que se lesionó de gravedad en San Mamés. La Real se impuso por 2-1 en febrero de 2019 y un año después en Anoeta con el concurso de Merino, igual que en la Nochevieja de 2020 en Bilbao (0-1). El navarro jugó los 90 minutos en los cuatro derbis que le contemplan.
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