Mikel Merino ya es el mejor asistente en solitario de la Liga. El’ conde’ se quita la chistera para repartir elegancia en el centro del campo de la Real. Los volantes txuri urdin tienen repartidos sus roles: Merino asiste, Brais marca. El navarro acumula cuatro últimos pases; el gallego, seis goles, cinco de ellos en Liga. Ninguno de los dos, ni de los otros dos integrantes de la medular, figura en los planes de Luis Enrique para Catar.
El rombo en la medular compuesto por Zubimendi, Merino, Brais y Silva está dando unos réditos extraordinarios al equipo y permite que sus ocupantes, quizá los elementos más talentosos del equipo, gocen de una mayor libertad para moverse e irrumpir en el área. Mikel Merino está muy atinado en leer los desmarques de sus compañeros para regalarles pases de gol geniales como a Kubo en Cádiz o a Brais contra el Espanyol y el Villarreal. Su asistencia a Zubimendi en Girona fue involuntaria, en un intento de control, pero es que hasta eso lo sale bien.
El de Iruñea, sin embargo, todavía no ha visto puerta esta temporada y eso que ha gozado de ocasiones extraordinarias para hacerlo. La puntería la capitaliza un inmenso Brais, que no tuvo piedad contra el equipo donde se formó desde los 13 a los 15 años y que, tras el partido del jueves ante el Sheriff, acomete su envite más emotivo, frente al Celta en Vigo, su casa.
Pilares insustituibles
Merino lo ha jugado todo en Liga. No rota. Ha dejado de disputar 24 minutos, los 12 finales de los dos primeros partidos, pero ya acumula seis completos. Brais ha estado fuera del campo durante 51 minutos de 720