El Valladolid se mide este sábado al Rayo Vallecano, un duelo importante para los pucelanos que necesitan ganar para poner fin a su reciente mala racha y lo más importante, para alejarse de la zona de descenso, que tienen a sólo 2 puntos.
Fruto de la tensión por la delicada situación, este martes han saltado las chispas en el entrenamiento que dirigía Pacheta y dos jugadores, Malsa y Roque Mesa, casi han llegado a la manos. Un encontronazo en toda regla.
En un partidillo del entrenamiento, una entrada de Malsa sobre el grancanario Mesa provocó la reacción adversa de este último, que se revolvió provocando un tumulto. Encontronazo que ha obligado a sus compañeros a intervenir para separarles y que la cosa no fuera a mayores.
Joaquín Fernández restó importancia al conato que protagonizaron sus compañeros. “Entrenamos con intensidad y pueden pasar este tipo de cosas. Ha sido una jugada en la que Roque Mesa y Malsa han ido fuertes, se han encarado y después lo han hablado en el vestuario. Es consecuencia de que el sábado tenemos que ganar y para llegar al partido y demostrar al míster se sube el ritmo y la intensidad”, ha explicado.
Joaquín ha avisado que “queda mucho camino por recorrer pero estos son los partidos que hay que ganar, si se quiere mantener la categoría, al igual que con el resto de rivales directos en esa pelea”, y más aún “estando en el José Zorrilla, donde el Real Valladolid se muestra más cómodo y donde debe hacerse fuerte”, enfatizó.