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Messi busca paz en la Selección entre sustos y bajas

No hay paz en la Selección de Messi. Pasa desde que el mejor del mundo aterrizó en Buenos Aires. A cada rato sorprenden los problemas y los sustos. A todos afectan. Y a Leo también. De repente, surgen lesiones que por ejemplo dejan al 10 sin un buen socio para jugar el jueves contra Ecuador, en la Bombonera, en la apertura de las Eliminatorias para Qatar 2022. Al rato, el fantasma del coronavirus amenaza con romper esa burbuja celeste y blanca establecida en el complejo de la AFA, en Ezeiza, a pasitos del aeropuerto. Recién bien tarde, en la medianoche del martes argentino, ya en la madrugada del miércoles español, vuelve la calma: ¡hisopados negativos para todos!

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Para recortar riesgos, la AFA no reparó en gastos. Es la única selección sudamericana que decidió pagar dos vuelos charters para los jugadores que viajaron desde Europa. Por un lado, un Airbus A330-202, con 265 asientos de los cuales sólo fueron ocupados 18 por la mayoría de los convocados. Y por otra parte, el avión privado de Messi, en el que se trasladaron también otros cuatro jugadores.

Leo y todos están más que protegidos. El complejo se cerró. Nadie entra ni sale. Cada futbolista duerme solo. Nada de compartir habitaciones. Por eso se ocuparon las dos concentraciones, la de Mayores y la de Juveniles. Los jugadores se cambian para entrenarse en tres vestuarios distintos para respetar el distanciamiento social. Hay dos cocinas. Hay dos utilerías. Para que todos los empleados duerman en sitios individuales inclusive se instalaron dos casas rodantes dentro del predio.

En ese contexto de precauciones totales, igual la burbuja de la Selección tembló. Es que uno de todos los jugadores testeados quedó en la mira: Eduardo
Salvio. Ya había sido uno de los múltiples casos que jaquearon a Boca hace unas semanas. Al arribar a Ezeiza, le hicieron una prueba serólogica que lógicamente resultó positiva: ya tiene los anticuerpos. También le efectuaron un examen PCR para determinar si de nuevo el virus lo atrapó. Ese hisopado le dio negativo. De todos modos, lo testearon por tercera vez y decidieron aislarlo en forma preventiva. Por eso no se entrenó junto al resto del plantel.

Las alarmas sólo dejaron de sonar en la concentración de Ezeiza después de la cena, ya muy cerca de la medianoche. Es que recién ahí se confirmó oficialmente el resultado de los exámenes de coronavirus realizados a Salvio y al resto de los jugadores: ¡hisopados negativos para Toto y para todos!

Así Messi cuenta con un posible socio más pensando en el debut contra Ecuador. Es que a Lionel
Scaloni sólo le falta definir a uno de los seis jugadores que ubicará del medio hacia arriba. Junto a Leo, seguro aparecerán Lautaro
Martínez como centrodelantero, y Lucas
Ocampos, quien podría ser ubicado como volante ofensivo o como atacante por afuera. Los tres respaldados desde la mitad de la cancha por Rodrigo De Paul y Leandro
Paredes. ¿Quién será el sexto? Salvio tiene chances. El mediocampista externo de Boca disfruta un alto nivel y es valorado por Scaloni. Podría volar por la banda derecha como una interesante alternativa de descarga para el capitán del Barcelona, con Ocampos del otro lado, o con ambos intercambiando laterales.

Esas dudas que envolvieron a Salvio eran un golpe. Porque un rato antes Messi se había quedado sin otro compinche, sin Giovani Lo Celso, quien acumulaba posibilidades grandes de meter en ese sitio vacante ofreciendo otros matices: mayor construcción del juego y diálogo futbolero con el genio.


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