“Che Messi che Messi, dejate de joder, ponete la de Boca, te queremos ver”, explotó la Bombonera promediando el segundo tiempo del partido-despedida de Riquelme. Leo miró a Román y ambos sonrieron. Sin embargo, no hubo caso. El 10 campeón del mundo en Qatar no le hizo caso al pedido popular. Y no se puso la de Boca… Desde el principio hasta el final, el genio fue parte de una histórica fiesta xeneize vestido de albiceleste, con la camiseta de la Selección Argentina.
Con las luces semiapagadas de la Bombonera, la voz del estadio anunció: “Con ustedes, Lioneeeeellllll Andréeeeessss Meeeeeeesiiiiiiiiiii…”. Y la gente explotó combinando el típico gesto de la reverencia con el apellido del genio: “Messi, Messi, Messi…”. Y Leo con los brazos en alto saludó.
En otro momento, los hinchas de Boca cantaron: “Messi Messi Messi, me tenés que perdonar, en la Boca el más grande, el más grande es Román”. Leo, al rato, hizo un lindo gol eludiendo a Carlos Navarro Montoya y definiendo al arco vacío. Jugó casi una hora. También escuchó cómo le cantaron el “feliz cumpleaños”, compartido con Riquelme: ambos nacieron un 24 de junio…
Tras participar el sábado en Rosario en la despedida de Maxi Rodríguez, había llegado Messi a Buenos Aires cerca del mediodía del domingo. Almorzó en un hotel céntrico junto a Riquelme y todos los invitados. Luego, a la Bombonera para compartir un día especial con figuras históricas de Boca (Oscar Córdoba, Hugo Ibarra, Sebastián Battaglia, Rodrigo Palacio, Blas Giunta, Jorge Bermúdez, Mauricio Serna, Marcelo Delgado, Sergio Martínez, entre muchos) y de la Selección Argentina (Lionel Scaloni, Angel Di María, Leandro Paredes, Pablo Aimar, Javier Saviola, Walter Samuel, Esteban Cambiasso, Gabriel Milito, entre tantos otros). Fue una gran fiesta.
Riquelme, por supuesto, resultó el gran eje en lo que se consideró al mismo tiempo un gran acto político pensando en las elecciones que habrá en el club a fin de año. La Bombonera le regaló amor desde el principio hasta el final a Román, quien además celebró un gol con un derechazo a un rincón.
Román, al final, le habló a la Bombonera. Y se mostró generoso con sus palabras. Elevó a los tres entrenadores que más lo marcaron: José Pekerman, Alfio Basile y, en especial, a Carlos Bianchi, el DT tricampeón de la Libertadores con Boca. Después, también habló de su recorrido en el fútbol, que compartió en el inicio con Maradona. Y a Diego lo homenajeó poniéndose en ese instante una 10 xeneize con el apellido de ese 10 mítico que ya está en el cielo y con el que mantuvo cortocircuitos fuertes cuando era DT de la Selección y rechazó su convocatoria.
Enseguida, Riquelme apuntó a Messi: “Tuve la suerte de jugar con alguien que es increíblemente grande. No sé si es más grande que Maradona. No sé si es menos que Maradona. Pero son los dos más grandes que yo vi en toda mi vida. Y hoy fue maravilloso tenerlo acá”- Ahí Román miró a Messi y le habló: “Para todos los bosteros, tenerte acá es inolvidable. Espero que lo hayas pasado muy bien. Te quiero mucho”.
El epílogo se dibujó con un mensaje para los hinchas de Boca que Riquelme cerró a su manera. Así: “Yo sin ustedes no podría vivir”. La Bombonera estallaba. Messi miraba…