Si una cosa define la carrera de Messi es la constancia. El futbolista argentino ha cumplido a pie juntillas aquella frase de Cruyff de que lo más difícil no es llegar, sino mantenerse. Y él lo ha hecho en la élite desde su debut. El gol de anoche ante el Maccabi Haifa no es uno más, porque le convirtió en el primero de la historia en haber marcado de manera ininterrumpida en la Champions durante dieciocho años. Un récord casi inalcanzable.
Messi cazó una buena asistencia de Mbappé en el área chica para empatar un partido que se le estaba complicando más de la cuenta al PSG. El ex del Barça, más vivo que nadie, dio tranquilidad a su equipo, que acabó remontando en el segundo tiempo. Este gol es el número 126 de Leo en la Champions, a catorce de los 140 que suma un Cristiano Ronaldo al que espera poder acercarse esta temporada ya que el portugués no va a participar.
El récord de Messi va más allá. No hay otro futbolista en el mundo que le haya marcado a más rivales. Ante el Maccabi Haifa computó un total de 39, uno más que Cristiano Ronaldo. A las puertas del Mundial de Qatar, el rosarino ha estrenado su segunda temporada en París a buen ritmo, con goles y sobre todo con asistencias a sus compañeros, que han vuelto a poner el contador a cero para creer nuevamente en el asalto definitivo a la Champions.