El miedo por la expansión del coronavirus se notó en Mestalla pero básicamente por el silencio que se ha autoimpuesto el Valencia ante los medios tras el contagio de un periodista que estuvo en Milán en el choque ante el Atalanta.
No hablaron ni sus jugadores ni antes ni después de una victoria que demuestra que incluso en sus peores momentos siempre le quedará su estadio. Un partido más y sigue invicto en la Liga ante su público.
Pese a que la Comunitat Valenciana registra el mayor índice de contagios y que el viaje a Italia de más de dos mil seguidores valencianistas centra buena parte de las preocupaciones de las autoridades, la entrada a Mestalla fue la más floja de la temporada pero por muy poco. Lo más destacado fueron un par de periodistas asiáticos con mascarillas y los chascarrillos en la grada.
Los 37.418 espectadores apenas fueron 2.000 menos que los que se registraron hace unas semanas contra el Eibar. Seguro que hubo a quien le influyó pero seguro que también hubo a quien le pesó la mala racha del equipo.
De hecho, los cánticos contra Peter Lim, el propietario del club, y contra el presidente Anil Murthy fueron constantes durante el encuentro. Eso sí, sólo se hicieron mayoritarios cuando el triunfo de los suyos ya estaba encarrilado, una nueva muestra de madurez de la hinchada que no quiere contribuir a ninguna espiral autodestructiva pero que deja claro que tampoco comulga con la línea deportiva de la propiedad.
También esquivó con tino el debate que se está forzando sobre la renovación de Ferran Torres, con acusaciones ya no tan veladas entre ambas partes de no querer que la negociación salga adelante. El precoz extremo cumplió veinte años sobre el césped y aunque no brilló como otros partidos, llevó peligró por la banda derecha. De regalo se llevó un golpe en la pierna derecha que le obligó a pedir el cambio a falta de tres minutos. Y Mestalla le ovacionó.
Tampoco faltaron seguidores para acompañar al Betis. Vieron que su equipo jugó igual de bien que casi siempre y que volvió a irse de vacío. Un ‘virus’ que vuelve a preocupar pues le hace mirar ya más al descenso que a Europa.
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