Cuando el club decidió en diciembre relegar la Copa en la lista de prioridades de un equipo muy tocado, Mestalla se desgañitó para advertir que no quería renunciar a nada y menos en su Centenario y este domingo el estadio se llenó para recibir y honrar el trofeo que le acredita como campeón del torneo.
Casi cincuenta mil seguidores llenaron las gradas y vitorearon a la plantilla en una (otra) tarde mágica. “Gracias a vosotros el Valencia es un club increíble yo he conseguido mi primer título y me gustaría conseguir muchísimos más”, les dijo un emocionado Dani Parejo, que fue quien pidió acabar con el himno de la Comunitat Valenciana.
“Soy de Madrid pero a mí se me ponen los pelos de punta”, reconoció.Tras una larga noche de fiesta, el avión con la expedición llegó a Manises poco después de las cinco y lo hizo con un primer guiño de Parejo a la historia del club. El capitán, como hizo en su día David Albelda, sacó medio cuerpo por la escotilla de la cabina y extendió una bufanda del club.
Les esperaba un autobús descapotable bien cargado de cervezas y alguna que otra botella de champán. Los jugadores, ‘uniformados’ con sus camisetas conmemorativas de la conquista, con el lema ‘Un sentiment etern’ y el nombre de los integrantes de la plantilla, se subieron al piso de arriba y comenzaron la fiesta con Paulista y Jaume Doménech al mando.
Conforme el autobús se acercaba a su destino, se multiplicaban los seguidores por las calles y se reducía la velocidad. La policía tuvo que abrir paso porque centenares de personas invadieron los carriles. Los jugadores, incrédulos, grababan con sus móviles. La marcha ya era a paso humano.
Les esperaba un Mestalla a reventar. Media hora antes de que salieran por el túnel de vestuarios tuvieron que cerrar la puertas. Las gradas explotaron de alegría cuando aparecieron y se desgañitaron al grito de ‘Sí, sí, sí, la Copa ja està ací’ cuando los capitanes y Marcelino la sacaron. En segundos, cambió la banda sonora al ‘We are the Champions’ y voló el confeti.
Después llegaron los cánticos y parlamentos. El aclamado Parejo empezó diciendo que no se iba a extender para no emocionarse y al segundo ya estaba llorando “Gracias por darnos aliento desde el primer día, por creer en los momentos más difíciles. Ayer nosotros ganamos en el campo y vosotros en la grada”, afirmó.
Después llegó el manteó a un emocionado Marcelino. “Me siento orgullosísimo, me hicisteis el hombre más feliz del mundo”, les dijo a los futbolistas. “Dije antes del partido que la plantilla tenía menos experiencia que la del Barcelona pero que en corazón no nos iban a ganar y el resultado está ahí. Tenemos que trabajar juntos para que sus corazones, los vuestros y los nuestros hagan un Valencia campeón”, cerró. Su Valencia ya lo es y este lunes lo volverá a celebrar, cerrando la fiesta en la plaza del ayuntamiento.
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