México se ha convertido por primera vez en el primer socio comercial de Estados Unidos, de acuerdo con cifras que ha presentado esta semana el Gobierno estadounidense. El comercio bilateral alcanzó los 614.500 millones de dólares el año pasado y la economía estadounidense importó más de 358.000 millones de dólares de productos mexicanos, lo que representó más del 14% del comercio en ese país, la cifra más alta para México desde que se tiene registro. El ascenso del país latinoamericano se enmarca en la guerra arancelaria entre el Gobierno de Donald Trump y China, que ha mermado la llegada de productos chinos en los últimos meses.
“Son cifras positivas para México”, señala Valeria Moy, directora del think tank México ¿Cómo vamos? y profesora del Instituto Tecnológico Autónomo de México. “Lo relevante para el país es que los datos dan cuenta de una industria exportadora que está creciendo y satisfaciendo la demanda estadounidense”, explica. El dato, publicado el miércoles por la Oficina del Censo de EEUU, significó un bálsamo tras los malos resultados económicos en el primer año del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador. El PIB mexicano cayó 0,1% en 2019, el peor resultado en más de una década y muy lejos del crecimiento al 4% anual que López Obrador había prometido en el inicio de su mandato. México ya se había afianzado como el principal socio de EE UU en los últimos trimestres, pero es la primera vez que se consolida en el primer sitio durante un año completo.
Para Moy, los principales factores de este resultado son el avance de la economía estadounidense y la consolidación de la planta exportadora de México, que se ha apuntalado con una serie de tratados de libre comercio, así como el conflicto comercial entre las dos mayores economías del mundo. “La caída de China abre una ventana de oportunidad enorme, pero la Secretaría de Economía mexicana tiene que trabajar para aprovechar esas oportunidades con una política industrial enfocada a eso”, apunta la especialista. Washington y Pekín sellaron el pasado 15 de enero la primera fase de un acuerdo para poner fin a las hostilidades arancelarias entre ambos países, que iniciaron en 2017. A finales de mayo fue México quien se enfrentó a las amenazas de Trump de imponer aranceles, en ese caso si no frenaba la migración irregular desde Centroamérica, pero un acuerdo migratorio frenó la que se perfilaba como la mayor crisis diplomática entre ambos países.
La diferencia entre las exportaciones estadounidenses y las importaciones desde México fue de 101.751,9 millones de dólares, el mayor saldo a favor del país latinoamericano desde 1995, cuando inició una tendencia que ha favorecido a México desde entonces. Canadá se mantuvo por quinto año consecutivo como el segundo socio de EE UU, con casi 612.429 millones de dólares en 2019. De 2018 al año pasado, China cayó del primero al tercer sitio con un intercambio que llegó a 558.870 millones de dólares, según datos oficiales.
El Gobierno mexicano ha calificado el resultado como un éxito de la integración económica de América del Norte, justo una semana después de que Donald Trump firmara en Washington la versión actualizada del Tratado de Libre Comercio (TMEC) con México y Canadá, después de un proceso de negociación que se extendió durante más de dos años. Aún es necesario que Canadá ratifique el TMEC, por lo que las nuevas reglas del juego y sus efectos en los patrones de comercio todavía no se han reflejado. El aumento de las exportaciones mexicanas se dio en el marco del antiguo Tratado de Libre Comercio de América del Norte, calificado por Trump como “quizás el peor acuerdo comercial que se haya hecho” por afectar, en su opinión, los intereses económicos estadounidenses.
La epidemia del coronavirus de Wuhan, que ha frenado la economía de China en las últimas semanas, también abre una posibilidad para que México se abra camino en Estados Unidos. En medio del declive de las exportaciones chinas, las ventajas competitivas de las exportaciones de México están en el mercado de las manufacturas, algunas fundiciones de hiero o acero, refacciones automotrices y computadoras, de acuerdo con un estudio publicado el año pasado por el Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales.
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