México sortea la lujosa mansión del Señor de los Cielos

México sortea la lujosa mansión del Señor de los Cielos

Ha sido un escondite de maleantes, un set de filmaciones, la sede de una fundación y ahora es el premio mayor del último sorteo de la Lotería Nacional de México. Una lujosa mansión de Amado Carrillo Fuentes, el narcotraficante conocido como El Señor de los Cielos, ha sido rifada este martes. La propiedad del antiguo líder del cartel de Juárez se encuentra en Jardines del Pedregal, una exclusiva zona al sur de Ciudad de México, tiene más de 3.400 metros cuadrados y está valorada en más de 90 millones de pesos, alrededor de 4,5 millones de dólares.

La residencia de dos plantas, con domicilio en la calle de Cráter 525, tiene una piscina techada; un amplio jardín; espacio suficiente para acomodar casi 30 coches; un bar con una cava personal; nueve habitaciones; seis jacuzzis; múltiples armarios y vestidores; una inmensa cocina; un cuarto de vapor; una caseta de vigilancia; una biblioteca; una sala de estar; un cuarto de máquinas; una zona de lavado, y una casa de juegos de tamaño real para niños. El costo por cada cachito, como se le llama a los billetes de lotería en México, es de 200 pesos o 10 dólares. El plan de los organizadores fue poner tres millones de números a concursar por una bolsa de más de 300.000 premios, un total de 391 millones de pesos.

La respuesta, sin embargo, no fue la que se esperaba y eso le dio suspenso al sorteo del premio mayor. La rifa de la casa se tuvo que repetir más de una decena veces, dado que los números que resultaron ganadores no se vendieron. “El número anterior no fue vendido, por lo que los niños y niñas gritones formarán nuevamente el número que corresponda a nuestro premio garantizado, mucha suerte”, se escuchó decir a una anunciante varias veces durante el sorteo. Se necesitaron 17 intentos y 23 minutos de dar vueltas a las tómbolas para encontrar un ganador.

La piscina interior, abajo de un tragaluz y con vista al jardín, donde se encuentra la casa de juegos.Presidencia MX

“¿Qué tal te caería una casa en Jardines del Pedregal?”, rezaba un anuncio publicitario de los organizadores del sorteo. “¡Ya me vi viviendo ahí!”, contesta con entusiasmo una mujer. “O podrías venderla”, le sugiere el narrador. Ese ha sido uno de los principales dolores de cabeza del Gobierno de México. La propiedad fue subastada en mayo de 2020 por el Instituto para Devolver al Pueblo Lo Robado, creado durante la Administración de Andrés Manuel López Obrador para recuperar dinero de bienes confiscados y recuperados del crimen organizado y funcionarios corruptos.

Las autoridades esperaban sacar más de 53 millones de pesos por la casa, pero la mejor oferta fue de poco más de 49,7 millones. Un misterioso hombre vestido con un traje gris levantó su paleta, entre vítores de los asistentes. “Quiero 50 millones, ¿quién dijo yo?”, preguntaba el subastador en tono frenético, que contó hasta tres a la espera de otros compradores. Al final, nadie más quiso pagar más dinero.

El pago de los 49,7 millones, sin embargo, nunca se concretó. “Sacarse la rifa del tigre” es un refrán que en México equivale a sacarse un gordo que casi nadie se quiere ganar. La propiedad fue asegurada en enero de 1995, dos años antes de la muerte de Carrillo Fuentes, que alimentó su leyenda criminal como el capo que dominaba los aires y contaba con una flotilla de avionetas para transportar enormes cantidades de droga, lo que le permitió amasar una fortuna de miles de millones de dólares.

Aunque su principal centro de operaciones era en la ciudad fronteriza de Ciudad Juárez, el Señor de los Cielos tenía un reguero de propiedades por todo el país. Era buscado por las autoridades de Argentina, Colombia, Estados Unidos y México. Durante los años noventa, se sometió a múltiples cirugías estéticas para burlar a quienes lo perseguían y murió justo en 1997 en un hospital, en el enésimo intento por cambiar su apariencia. Una serie de televisión sobre su vida acumula siete temporadas, prepara la grabación de una octava y es un éxito internacional de las plataformas de streaming.

La lujosa cocina de la casa que perteneció a Amado Carrillo Fuentes.Presidencia MX

La rifa del tigre no es tanto por el pasado criminal de la mansión, sino por sus enormes costos. Las autoridades mexicanas desembolsan al año alrededor de 25.000 dólares solo en el pago de servicios de vigilancia, de acuerdo con una solicitud de transparencia respondida el año pasado. El paso del tiempo ha dejado su marca en las fotografías que promocionan el concurso y anunciaron la subasta hace dos años, y dan cuenta de que el palacete de Carrillo Fuentes tuvo mejores años. “Todo esto es para apoyar a la gente, es ganar y ayudar al prójimo”, dijo López Obrador en una conferencia hace un par de semanas y anunció que iba intentar que hubiera nuevas rifas. “Hay muchísimos bienes públicos abandonados en las distintas dependencias, bienes que sin mantenimiento se echan a perder”, señaló el presidente.

La narcomansión está enlistada en Internet como la antigua sede de una fundación que capacitaba a desempleados y personas discapacitadas para conseguir un trabajo. En 2003 fue alquilada para la filmación de la película Man on Fire (Hombre en llamas, en Latinoamérica; El fuego de la venganza, en España), protagonizada por Denzel Washington, que encarna a un guardaespaldas que destruye media Ciudad de México para rescatar a una niña de nueve años (Dakota Fanning). La prensa hablaba entonces de que había túneles que conectaban la propiedad con otras casas de la zona, un dato que ha quedado excluido de los promocionales de la rifa.

La fachada de la casa, en la zona de Jardines del Pedregal, al sur de Ciudad de México.Presidencia MX

En este sorteo también se iban a repartir 200 lotes en Playa Espíritu, un desarrollo turístico fallido en Sinaloa. El megaproyecto no cuajó y se convirtió en un elefante blanco que costó más de 100 millones de dólares. El valor de los terrenos oscila entre los 40.000 y los 65.000 dólares. “Fue un fraude”, dijo López Obrador, en octubre pasado. Su discurso de ventas en ese momento no fue muy alentador. El presidente admitió que el desarrollo turístico no está “en el lugar más apropiado” y que “nadie lo quiere adquirir”. “Tiene una playa”, fue una de las pocas frases halagadoras que espetó el mandatario. También habrá 60 millones de pesos en premios en efectivo.

Tras ser incautada, prestada y subastada, el Gobierno de México por fin pudo deshacerse de la propiedad y la casa del Señor de los Cielos finalmente tendrá un nuevo dueño: el billete número 339.357. La identidad del ganador de la rifa, sin embargo, no será revelada.

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