Raúl García es el gran protagonista hoy en el Athletic. El delantero navarro ha renovado su contrato como león por una temporada con opción a una segunda. Ahora tiene 34 años para hacer 35, pero está pleno de facultades como demuestra cada día que salta al terreno de juego. El aspecto físico es fundamental en el fútbol de hoy en día. Así lo ha reconocido el jugador. “Es fundamental. Hoy en día el futbolista que no está bien físicamente no puede estar al nivel que se exige para competir. Mi mayor competencia es la etiqueta de que tengo 34-35 años. Cuando juegue tres o cuatro partidos malos, dirán que estoy para retirarme, pero esto no me preocupa. Yo soy el primero que me controlo. Tenemos la suerte de tener a profesionales para estar lo mejor posible. A día de hoy estoy perfectamente, con la cabeza de trabajar y continuar mi carrera el mayor tiempo posible”, ha manifestado en la rueda de prensa telemática que ha ofrecido después del entrenamiento.
El futbolista mantiene la ilusión del primer día. “Cada día que me levanto es como si fuera el primero. Tengo la ilusión de que es un día nuevo, las experiencias las siento como algo diferente. Esto es lo que me lleva a estar vivo, a disfrutar de lo que hago, a estar enganchado a mi trabajo. Me quedan muchas cosas por hacer, los retos nos los ponemos nosotros. No hay que mirar a largo plazo, vas cumpliendo añso y siendo veterano el mero hecho de competir al máximo nivel es un reto. Así me tomo cualquier cosa que pueda hacer”, ha manifestado.
Raúl se siente un hombre importante en el club, con la conciencia muy tranquila de que ha hecho todo lo que está en su mano para el equipo y por extensión para la entidad de Ibaigane. “Si algo siento es que puedo mirar a la cara a cualquiera y hablar de tú a tú. Tengo la tranquilidad de saber que estoy haciendo lo que está en mi mano. Mi trabajo es prácticamente las 24 horas del día. Le dedico todo lo que puedo y además me gusta. Al final esto es lo que me lleva a ser un profesional”, ha añadido.
Ahora, Raúl García es un hombre fundamental en el Athletic desde la llegada de Marcelino. Siempre ha sido un hombre importante para todos los entrenadores que han pasado por el banquillo desde que llegó en 2015, pero en la última etapa de Gaizka Garitano perdió un poco de protagonismo: “Yo tenía claro que quería seguir si estaba a la altura para competir. El club tiene confianza de que yo les puedo aportar, no ahora sino cuando las cosas no iban tan bien. Lo que está claro es que los futbolistas pasamos por los clubs. El año que no esté yo vendrá otro. Hay que pensar lo mejor para la entidad. Tengo unos valores, mis padres y los clubs donde he estado han hecho que sea el tipo de persona que soy. El mejor halago es que te premien con poder seguir un año más, ahora tengo que demostrar como si fuera el primero”.
El ex de Osasuna y Atlético tiene claro que acabará su carrera en Bilbao, aunque no le preocupa el día de mañana. “Me encuentro muy bien, lo demás ya vendrá. Cuando acabe este contrato veremos las sensaciones que tengo. Solo me pongo en el día a día”, ha afirmado.
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