La jugadora nigeriana Michelle Alozie se convirtió en la protagonista del partido de octavos de final ante Inglaterra al ser víctima de la jugada más polémica hasta ahora en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda. La futbolista cayó al suelo víctima de una falta de la inglesa Lauren James y, una vez tendida, recibió un pisotón en la lumbar que fue castigado por la árbitra del partido con la roja directa. Una falta muy fea que se ganó la repulsa de todo el mundo.
A todo ello, Alozie estuvo a punto de hacer historia con su selección al caer en la tanda de penaltis en un duelo muy competido y en que el cuadro africano estuvo a punto de dar la sorpresa. Lo que la gente no sabe es que Alozie no solo es una heroína en el terreno de juego sino también fuera de él.
La futbolista trabaja como investigadora en un centro médico contra el cáncer infantil en Houston. Se graduó de forma brillante con una licenciatura en Biología Molecular, Celular y del Desarrollo. Y juega además como delantera en el Houston Dash de la National Women’s Soccer League de Estados Unidos. Su labor como investigadora tiene un enorme mérito, ya que es una profesional médica muy admirada y ha podido compaginar su carrera como técnica de investigación del cáncer en el Texas Children’s Hospital en Houston con la NWSL.
Tal como apunta la prensa de su país, es una fuente de inspiración para las jóvenes americanas. La joven de 26 años nació en Apple Ville en California, de padres nigerianos. Es un ídolo en África y una mujer muy respetada en Estados Unidos.