No todo es tristeza para Ferrari en el GP de Italia de F1 2020. Este sábado, después de ver como sus coches se hundían de nuevo en clasificación, con Leclerc 13º, incapaz de meterse en la Q3 con un Ferrari muy lento en recta, y Vettel en la 17ª posición, fue Mick Schumacher el único capaz de alegrarle un poco la amarga tarde al equipo italiano y a todos los tifosi transalpinos. Hoy, de bien seguro, muchos de ellos apagaron el televisor tras otra decepción más de Ferrari y tuvieron que volverlo a encender al enterarse de que una de sus esperanzas de futuro, Mick Schumacher, había pasado de la séptima posición a la segunda con una salida absolutamente espectacular.
Esa fue la clave de la carrera del alemán, que logró su primera victoria del año en Monza, en casa de Ferrari, una pista llena de grandes recuerdos para la familia Schumacher, en la que su padre, el heptacampeón de F1, logró hasta 5 veces el triunfo, un récord que este domingo puede pulverizar Hamilton.
Un inicio de curso complicado que se sumaba a un mal 2019
Mick pudo por fin sacarse de encima la presión de tener que ganar. Centra la mayoría de las miradas en la parrilla de la categoría de plata, pero tras un primer año lleno de errores, en el que no logró brillar como se esperaba, sufriendo mucho en su adaptación con la gestión de las gomas y de las carreras de Fórmula 2, el teutón volvió a protagonizar un inicio de año con más fallos de pilotaje y demasiada irregularidad.
Debía seguir aprendiendo. Y no ayudaba que su compañero en el equipo Prema, Shwartzman, con su mismo coche, destacara de la manera en la que lo estaba haciendo en su primer curso en la Fórmula 2.
El ruso de 20 años, campeón de la Fórmula 3 en 2019 y debutante en F2 este año, empezó el año con una tercera y cuarta plaza en Austria y logró su primera victoria en la tercera carrera del año, de nuevo en Spielberg. Mientras, Mick solo podía ser 11º, 7º y 4º en la tres primeras citas, abandonando en la cuarta carrera.
En Hungría, dos terceras plazas le daban la confianza que le faltaba a Schumacher, pero luego, volvió la irregularidad, siendo 9º, 14º y 7º en Silverstone, lugar donde por fin, en la décima manga del año, lograba su primer podio con una buena segunda posición. En Barcelona volvió a estar a un buen nivel con una 6ª plaza y una tercera posición en la segunda manga. Y en Spa no se bajó del podio.
Spa, paso adelante clave
Le queda mucho todavía, pero el paso que dio en los dos últimos fines de semana ha sido clave para su confianza. En Spa logró una tercera posición en la primera manga del fin de semana y una meritoria segunda plaza por detrás de Shwartzman, líder del Mundial, en la segunda carrera. Todo ello, después de un fallo en clasificación que le perjudicó.
Monza, por fin llega su triunfo
En Monza, en territorio Ferrari, las cosas no empezaban nada bien para Mick Schumacher el viernes, con otro error de pilotaje en el momento clave, estampando su coche contra el muro en clasificación.
Sin embargo, sus mecánicos pudieron arreglar el monoplaza y Mick le devolvió el esfuerzo con el ansiado triunfo en Monza, quitándose así una gran presión y colocándose de lleno en la lucha por el título. Esta es la segunda victoria para Schumacher en dos años en la Fórmula 2 después de la conseguida el pasado curso en la segunda manga de Budapest en un curso en el que finalizó 12º, muy por debajo de las expectativas.
De lleno en la pelea por el título de F2
Ahora, en un momento en el que todavía es una incógnita si deberá permanecer otro año más en Fórmula 2 para demostrar que verdaderamente merece por manos (y no por apellido) un volante de F1, Mick se mete en la pelea por la corona. Le vino de perlas que Shwartzman (9º) e Ilott (6º), líder y segundo clasificado antes de llegar a Monza, no tuvieran su mejor tarde, perdiendo puntos muy valiosos. Ello, unido a la cuarta plaza de otro de los candidatos, Tsunoda, le hizo colocarse en la tercera posición del Mundial de F2 con 131 puntos, a solo 3 puntos de los dos colíderes del campeonato, Schwartzman e Ilott.
Mick, emocionado
“Grazie, Grazie”, le decía a su equipo por radio Mick Schumacher, emocionado tras lograr por fin su primera victoria del curso. Posteriormente, al llegar al parque cerrado y tras celebrar con una inmensa alegría su victoria con el conjunto Prema, desta´o lo “especial” que era ganar en Monza para él.
“Es especial, es genial. El ritmo que teníamos ha sido muy bueno. Los chicos lo han hecho muy bien para recuperar el coche tras la clasificación de ayer. Ha sido un esfuerzo por parte del equipo. Hemos repasado el procedimiento de salida, lo hemos practicado mucho y gracias a ellos es por lo que he podido salir así y poder luchar por la carrera”, apuntó el piloto de 21 años, que no quiso hurgar en la herida de Shwartzman al ser preguntado por su compañero.
“Intento disfrutar de la carrera hoy, hemos hecho un gran trabajo juntos como equipo. Los puntos siempre son importantes. Intentaré mantener la consistencia como hicimos en Spa y ahora estoy muy contento”, finalizó, consciente de que para seguir peleando por el Mundial de F2 hasta el final de curso deberá mejorar su regularidad, cometer menos errores y no caer en su inconsistencia de inicio de curso.
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