Los ocho migrantes, entre los que se encuentran dos cubanos y un mexicano, que permanecen retenidos por EE.UU. en Yibuti perdieron su último recurso de apelación contra el controvertido intento de Washington de deportarlos a Sudán del Sur.
A última hora del viernes, el juez federal Brian Murphy de Massachusetts denegó la apelación, lo que abre la puerta a que todos sean enviados a Sudán del Sur, un país donde la situación en materia de derechos humanos es preocupante, según diversas organizaciones, y que Washington recomienda no visitar debido a la escalada del conflicto armado local.
Los ocho han permanecido detenidos en una base militar estadounidense en Yibuti desde finales de mayo, cuando precisamente Murphy determinó que la Administración del presidente Donald Trump violó una orden que le impedía deportar a estos inmigrantes a un país donde pueden ser torturados sin darles la oportunidad a una defensa legal adecuada.
Pero el Tribunal Supremo estadounidense ha dictaminado en dos ocasiones que el Gobierno Trump puede deportar a gente a terceros países, la última vez el pasado jueves.
El fallo del jueves anuló una moción emitida por el juez Murphy, y esa misma noche se presentó la apelación que el propio magistrado acabó denegando.
Desde su retorno a la Casa Blanca en enero, Donald Trump ha estado impulsando las expulsiones exprés como parte de su campaña de deportaciones a gran escala, una de sus promesas de campaña, lo que hace que diversos entes acusen a su Gobierno de estar violando derechos básicos como el del debido proceso.
De los ocho deportados, solo uno es de Sudán del Sur y el resto son originarios de Cuba, México, Laos, Birmania y Vietnam.