Mikel Alonso (Tolosa, 39 años) pasa junto a su pareja y su hijo esta época en la que parece haberse frenado el tiempo. Ilusionado con una Real que le transmite unas vibraciones inmejorables, el excentrocampista txuri urdin destaca el talento y la verticalidad del equipo y reconoce sentir cierta envidia por no haber podido jugar en el nuevo Anoeta. Como todos, espera con ganas una final de Copa “preciosa”.
¿Cómo lleva el confinamiento?
Estoy con mi novia y mi hijo en casa. Entre cuidar al niño, leer y ver alguna serie nos arreglamos. Y luego, tenemos la preocupación lógica y estamos atentos a lo que está pasando, aunque a veces tienes que desconectar un poco para no dejarte llevar por la incertidumbre.
¿Es de los que aprovecha para ver partidos antiguos?
A veces sí. Hay una página web, ‘footballia’, que es impresionante para eso. A veces voy a buscar cosas concretas, partidos del aita, de Holanda… Ya leo en Twitter a gente que se emociona viendo partidos o finales. Es una buena forma de mitigar la ausencia de fútbol actual.
Dirigió al Antiguoko juvenil. ¿Ha cambiado mucho todo desde que usted empezó a jugar?
En el fútbol quizá sí. Respecto a los chavales, me cuesta decirlo. Ha sido una gozada trabajar con ellos. Yo tengo el recuerdo de que éramos unos locos, estábamos todo el día con el balón. Los chavales con los que he estado también tenían mucha ilusión por disfrutar del fútbol.
¿Se ha perdido algo de ‘calle’?
Eso sí. Yo iba al cole a lo Oliver Atom, conduciendo el balón y driblando a la gente. Y con mi hermano íbamos a una plaza con columnas de piedra y nos inventábamos juegos, con las columnas haciendo de rivales. Jugábamos con el mobiliario urbano, los coches… Luego a veces la liabas. Ahora eso se ve menos porque muchas veces lo tienen prohibido. Y hay campos mucho mejores, de hierba artificial o de futbito. La formación también ha cambiado, los métodos de entrenamiento están mucho más controlados. Nosotros teníamos más libertad para jugar.
Imagino que ese niño estará ahora disfrutando de esta Real.
Por supuesto. Cuando ves que en un equipo hay tanta química, tantas sonrisas, que el joven aprende del veterano, a todos rindiendo, que están creciendo juntos, tanta ambición, talento… Es interminable esa lista de buenas sensaciones que se están generando.
¿Siente envidia por no haber podido disfrutar en el campo de este nuevo Anoeta?
Por supuesto. Recuerdas partidos de antes, lo lejos que estaba la grada… (Resopla). Ha quedado precioso y está sumando una barbaridad.
Un entrenador en Inglaterra les pedía que “manufacturaran” menos el juego. La Real sabe manufacturar y también romper.
El equipo tiene mucha calidad para tener el balón pero luego sabe meter el cuchillo. Imanol está siendo flexible, leyendo cada situación. Cuando se pone el ejemplo de Guardiola, de mover mucho el balón… Ese fútbol se hace cuando no puedes llegar en dos pases. Pero si puede atacar en dos pases, sin precipitarte, es perfecto. La Real es vertical, rápida, pero también sabe elaborar y esperar su momento.
¿A qué jugador de la Real ficharía para su equipo?
(Resopla) Es que es dificilísimo.
¿Se fija más en los medios?
A ver, Merino está haciendo una temporada espectacular… Yo creo que un jugador clave es Oyarzabal. Por la calidad, la personalidad, la ambición, el temple. Pero es que voy a uno a uno y están jugando tan bien todos… Monreal ha sido super importante como fichaje, Odegaard.. Podría nombrar a todos. Tengo esa sensación de que es un equipo en el que la gente conecta, hay química, y entre ellos han crecido juntos. Y cuando se genera esa dinámica, el que está jugando menos aporta enseguida cuando entra. Plantilla amplia, de calidad y enchufada; cuando un equipo consigue eso, va como un tiro.
¿Hubiese preferido al Granada en la final de Copa?
Yo creo que mejor el Athletic, es una final preciosa. Hay que ir a por ella.
¿Cómo puede afectar el parón?
Es una situación absolutamente atípica y es imposible calcularlo. Se va a notar, está claro, pero es lo que hay. Evidentemente el fútbol ahora mismo no es lo importante. Cuando se tenga que jugar, ya se verá.
Mikel Alonso sigue de cerca al Sanse, dirigido por su hermano Xabi. “Hice con él el curso de entrenador, ya sé lo que quiere y cómo trabajan. Están haciendo un temporadón, jugando un fútbol muy en la línea de lo que busca él. Tienen mucho mérito”.
Suelen comentar juntos los partidos. “Como entrenador está bien tener la visión de otra persona para confirmar o matizar cosas. Le gusta charlar sobre lo que ha pasado en el campo”
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