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Mikel Balenziaga, una joya con toda su corona

Se me quedó grabada la definición que Ernesto
Valverde hizo de Balenziaga en su día. “Una joya con toda su corona”
, dijo el ex entrenador rojiblanco en 2016 tras un partido disputado por los leones en Getafe. Alabó su intensidad defensiva y su aportación en ataque; llevaba dos asistencias de gol consecutivas. Aquel día a Iñaki
Williams.

El defensa atravesaba un buen momento. Para Valverde era titular indiscutible. Es verdad que no tenía en la plantilla a Yuri
Berchiche. Saborit era la otra alternativa aquella temporada en esa posición
. Jugaba, por ejemplo, más Lekue que el catalán.

Balenziaga sigue en el Athletic. Y seguirá al menos una temporada más. Renovó su contrato y continuará vistiendo la camiseta del Athletic hasta 2022.

Yo, lo reconozco, era, dentro de los jugadores que terminaban contrato este año, de los que no le hubiese renovado. Al menos, no en el momento cuando se toman ese tipo de decisiones. Ahora bien, el de Zumarraga se lo ha currado y se lo ha ganado en el terreno de juego. Las cosas como son. Como Raúl
García, como De
Marcos
.

El de Zumarraga vivió su etapa como cedido en el Valladolid para demostrar y ganarse su vuelta. Una cesión, que sí dio resultado.

Balenziaga fue el lateral izquierdo titular en el equipo que se proclamó campeón de la última Supercopa. Balenziaga fue el lateral izquierdo titular en la final de Copa que el Athletic perdió, y bien, contra el Barcelona el pasado mes en La Cartuja. La cara y la cruz.

Se dice de Balenziaga, creo que con razón, que siempre da un 6. No sé si es bueno o malo esta definición, pero es una realidad. El lateral zurdo es un jugador que siempre cumple.

Claro que se echa de menos que pueda dar un salto de calidad o que pueda sorprender en tareas ofensivas, como es el caso de Yuri. Son dos jugadores para un mismo puesto, pero con un perfil muy distinto.De todas maneras, nadie te regala 300 partidos en la élite. Y Balenziaga va camino de cumplirlos.

Donde no hay discusión ninguna es en su comportamiento fuera del campo. Es de lo mejor. Una joya con toda su corona. Amable, atento, educado, nunca una palabra más alta que otra.

El defensa de Zumarraga es en ese sentido un gran ejemplo para los chavales que puedan subir al primer equipo. Sus (casi) lágrimas tras la final ante el Barcelona atendiendo a la televisión todavía las recuerdo como si fueran ayer. Sentido y comprometido.

“Sigo en el club al que quiero”, dijo tras su última renovación con el Athletic. Puede que en lo futbolístico haya tenido más recorrido en Bilbao del que hubiese tenido en cualquier otro club, pero un Balenziaga en mi equipo siempre es bienvenido. Y eso no es cosa del otro jueves.


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